Publicado en El Espectador, Agosto 4 de 2016
Escobar, Melba (2016). “¿Cómo me hice feminista?”, El Espectador, Mar 7
Rubin, Gayle (1975): "The Traffic in Women: Notes on the Political Economy of Sex" in Reitter, Rayna (1975). Toward an Anthropology of Women. New York: Monthly Review Press. Versión digital Traducción de 1986
Urias, Vienna (2015) “The 10 Best Feminist Quotes of 2015”. Ms Magazine, Dec 18
El feminismo debería preocuparse por su
incapacidad para convencer a una mujer sensible a la discriminación, buena
comunicadora, pragmática y divertida como Virginia Mayer.
Al periodismo capitalino, poco audaz,
Virginia le aportó irreverencia. Sus temas son disonantes y políticamente
incorrectos, como dejó claro el manifiesto “Yo no soy feminista”. Allí expone
razones que ilustran las dificultades para llegarle masivamente a las
damnificadas del machismo, que deberían apoyar el movimiento sin titubeos, pero
misteriosamente no lo hacen.
Todos conocemos mujeres que niegan
enfáticamente ser feministas. En las encuestas disponibles en Colombia, el
apoyo femenino al feminismo da grima. Virginia no es atípica, todo lo
contrario: representa un segmento mayoritario pero silenciado de la población.
La base de su escepticismo la endosarían muchas mujeres: “yo abogo por los
derechos de los seres humanos, no hago división”. Le agradece mucho al
feminismo “pero al de la vieja escuela, al original”. Ahora la irrita la
alcahuetería feminista, esa omertá que silencia los conflictos entre mujeres y
tapa sus errores, como cuando le pidieron no criticar los contratos de la
Fiscalía con Natalia Springer por tratarse de una mujer. “¿Solidaridad de género?
Me vomito”. Tampoco soporta “la desinformación que el feminismo se ha encargado
de propagar”, y la indigna que traten de “embutirla” en el rebaño: después de
traducir un libro en equipo, cuando la autora preguntó si todas eran
feministas, dos de ellas respondieron que sí pero Virginia se negaba a
aceptarlo. “Las odié a todas y reafirmé el hecho de que no soy feminista”.
No dejarse encasillar desafía la nueva
tendencia que resumió Malala Yousafzai en una frase destacada por Ms Magazine como
hito del 2015: “todas deberíamos ser feministas porque feminismo es otro
término para igualdad”. Si no importan los métodos para alcanzar los fines, una
afirmación tan vacua podría blanquear cualquier utopía igualitaria: anarquismo,
comunismo, socialismo siglo XXI, hasta rebelión fariana. Refleja el propósito
de pasteurizar y silenciar la militancia radical, que existió, subsiste y, con
logros decrecientes, ha legado confrontación, amargura, autocomplacencia, y
escasas seguidoras. Los dogmas sobre el origen de las desigualdades, la manera conflictiva
de enfrentarlas, tiranas del calibre de Gayle Rubin, influyente ideóloga de
género, no se borrran de un plumazo. La renovada faceta amigable, light y
supuestamente universal del feminismo muestra el afán por ampliar el auditorio
más allá del ámbito académico y elitista. Paradójicamente, el ícono son las
actrices y ejecutivas mejor pagas del planeta que, pobrecitas, ya no soportan
la discriminación salarial y mediática.
A pesar del nuevo empaque, y la
influencia gringa, feministas y marxistas tienen mucho en común. Por algo hubo
acuerdo sobre equidad de género con las FARC. Beben de las mismas fuentes
ideológicas; magnifican el poder y la necesidad de gasto estatales; en cuanto
pueden, se incrustan en la burocracia oenegera o pública; ignoran la
responsabilidad individual, se sienten víctimas, moralmente superiores; se
obsesionan por el mundo ideal e ignoran el real, no tienen sentido del humor y
creen que su escasa popularidad es problema de otros. Para evadir críticas, las
feministas recurren a un truco izquierdista radical de hace años: cualquier
objeción la despachaban con algo como “actualícese compañero, lo que usted
anota fue un problema del maoísmo línea camboyana tardía”; nunca aceptaban un
error, no dialogaban, siempre tenían la razón. Virginia no es mamerta y es
lógico que evite un entorno tan engreído, taimado y quisquilloso.
La adhesión automática de todas las
mujeres al movimiento la complementó recientemente una discusión fundamental
sobre si la otra mitad de la humanidad puede ser feminista. La respuesta fue
negativa: los hombres cis –nacidos así, no trans- sólo calificamos para
solidarios. Tendríamos un chance, pero con riguroso examen de admisión, previo
certificado de no ser “macho progre” camuflado de aliado. El trascendental
debate incluyó entrevistas a diez afortunados varones admitidos al club, varios
de los cuales, qué casualidad, son gais.
Quién sabe cómo tramitarán las
feministas el desaire de Virginia Mayer. La ignorarán, o la reprenderán con
displicencia porque le faltan lecturas, y no sabe lo que le conviene. Tal vez
la invitarán a un taller para recordarle la ubicuidad del patriarcado,
reiterándole que en el fondo, como mujer, ella necesariamente es feminista,
virtud innata que tarde o temprano se manifiesta; harán piruetas mentales pero
jamás aceptarán que esas inquietudes ameritan ser debatidas porque las
comparten innumerables mujeres que tampoco se sienten representadas por ninguno
de los feminismos. Ojalá en algún momento Virginia se anime a contar por qué no
es activista LGBT.
Un refrito que ayuda a entender por qué Virginia Mayer
no quiere hacer parte de ese Club.
Chaparro González, Nina (2016) “We Don't Understand Feminism” Dejusticia, Feb 10
Escobar, Melba (2016). “¿Cómo me hice feminista?”, El Espectador, Mar 7
Mayer, Virginia (2016). “Yo no soy feminista'. Carrusel, Julio 29
Rao, Lena (2016). “Yahoo CEO Marissa Mayer Accuses Media of Gender-Biased Reporting”. Fortune, Jul 25
Red Líder (2016). “Ningún hombre puede ser feminista, pero sí solidario” – Entrevista con Florence Thomas. La Silla Vacía, Julio 1
Rubio, Mauricio (2013). “Sexualidades cambiantes”. El Espectador, Enero 9
______________(2016). “Desmenuzar al enemigo”. El Espectador, Marzo 9
Rubin, Gayle (1975): "The Traffic in Women: Notes on the Political Economy of Sex" in Reitter, Rayna (1975). Toward an Anthropology of Women. New York: Monthly Review Press. Versión digital Traducción de 1986
Ruiz-Navarro, Catalina (2016). “¿Pueden los hombres ser feministas?”. El Espectador, Julio 6
Sentiido (2016) “Hombres ¿feministas?”. Sentiido, Julio 25
Urias, Vienna (2015) “The 10 Best Feminist Quotes of 2015”. Ms Magazine, Dec 18
Vela Barba, Estefanía (2016). "Machos progres y hombres feministas". El Universal, Julio 8