¿Por qué me voy?


Porque quedé aburrido con el incidente. Así de simple. En la carta le atribuí a Olga Lucía intencionalidad para llegar a eso y hoy con cabeza fría ya no lo haría. Estoy de acuerdo en que el asunto, tomado aisladamente, se podía superar. Pero no pasó así. Después de rumiar mi reacción, y además de disfrutar la ligereza de estos últimos días, pienso que podría tratarse de una gota que rebosó la copa, tal vez una disculpa a la que me aferré para salirme de un esquema insostenible. Es físicamente imposible ser bloguero de LSV echándose encima la responsabilidad de atender todos los comentarios, incluso los saboteadores. 


Cuando estoy seguro de poder decir “eso no se hace” simplemente me alejo de quien lo hizo.  Y eso no es hacerme la víctima sino tener claro cuales son el entorno de trabajo y las reglas del juego que me satisfacen y cuales no. Si algunas ven en eso el mismo victimismo que he criticado, allá ellas. LSV puede estar tranquila que fuera de mi airada reacción ante el incidente, y esta sincera crítica al foro, no denigraré jamás de un entorno al que le invertí con gusto y pasión casi todo mi tiempo y energía por cerca de nueve meses.

En buena parte, percibí a Olga Lucía como la representante del “cliente difícil” que me costó tanto trabajo manejar. En mi humilde opinión en este foro faltan preguntas pertinentes y flexibilidad ante voces discordantes. Sobran regaños y pesadeces que progresivamente impiden que el bloguero se deje de plantear las preguntas relevantes por lidiar con el ruido.

La segunda gran lección sobre la naturaleza del foro -y aquí evidentemente ya excluyo a Olga Lucía como representante- después de los "free-riders" que exigen no diferenciarlos de los donantes, son los camaleones y las hienas que surgieron con mi renuncia. Les agradezco porque me tranquilizan y reafirman ante mi decisión. 


En materia de tolerancia, capacidad de empatía, autocrítica y cara valiente ante los errores, tanto a mí como a este foro nos queda aún mucho por aprender de la directora de LSV. No creo ser injusto si señalo que es en el foro de LSV donde son más comunes las expresiones de auto alabanza que marginan  la autocrítica y la capacidad para detectar pequeños errores y corregirlos.