Publicado en El Espectador, Octubre 18 de 2018
En el “Festival Gabo 2018” se
reconoció la necesidad de que “medios y periodistas investiguen asuntos que no
han tenido cubrimiento periodístico”. Los vínculos de García Márquez con Cuba,
Torrijos, Nicaragua y el M-19 entran en el universo de asuntos silenciados del
conflicto cuyas repercusiones sobrepasan las de este par de mariconadas.
Villamizar, Darío (1995). Compilador. Jaime Bateman: Profeta de la Paz. Bogotá: COMPAZ
Norberto
Fuentes, escritor y periodista cubano, cuenta unos peculiares mandados que
Gabriel García Márquez le hizo a Fidel Castro.
A sus 25
años, Fuentes ganó un premio literario con un ensayo sobre el ejército cubano
que enfureció al comandante y le costó un período de ostracismo. En 1971 fue
acusado de conspirador, junto a otros escritores, por su amigo Heberto Padilla
que terminó condenado por “actividades subversivas” y tuvo que reconocer su
culpa públicamente. Después de ese incidente, que marcó el rompimiento de
intelectuales de talla mundial con Castro, Fuentes se dedicó a escribir sobre
Hemingway en Cuba. Publicó su trabajo con prólogo de García Márquez, donó el
adelanto a las milicias y se convirtió en el escritor favorito del régimen.
Acompañó a
las tropas cubanas en Angola, colaboró con los servicios secretos y traficó
droga oficialmente. En 1989 rompió con la dictadura tras el fusilamiento de sus
amigos Arnaldo Ochoa y Tony de la Guardia. Trató de huír, fue capturado, hizo
huelga de hambre y se salvó gracias a García Márzquez, a quien admira por su
obra pero no por su relación con un tirano que “convirtió al escritor
latinoamericano más importante en un muñeco en su mano".
En 1999
publicó Dulces Guerreros Cubanos que
hace poco conseguí por fin a precio razonable. Es otra visión poco romántica
del castrismo: paranoia con la seguridad, lujosos gustos de la cúpula,
rivalidades intestinas, intervención política y armada en varios países,
manipulación de diplomáticos y celebridades extranjeras. Me impresionó la
reiterada presencia de Gabo en los relatos pero me decepcionó no encontrar
infidencias sobre las relaciones del M-19 con Manuel Piñeiro, Barbarroja, zar
del espionaje muy cercano a García Márquez, ni pormenores de la activa
interferencia cubana en el conflicto colombiano opacada para la paz. Me enteré
sin embargo de unos servicios de mensajería diplomática que el Nobel prestó
ante dos de sus amigos por encargo del comandante.
Según
Fuentes, en los ochenta “Gabo ganó notoriedad extraliteraria en Cuba” al
demostrar ser “un tipo de coraje” gracias a unas misiones encomendadas por
Castro. “Había reservado su asiento de primera en Iberia y aterrizado en Madrid
y se había dirigido para decirle a Felipe González que era un maricón”. Tal
cual, el noble mandadero habría estado en la Moncloa para espetar: “Oye,
Felipe, dice Fidel que tú eres un maricón”.
Era la época
en que el gobernante español había hecho declaraciones a favor de prisioneros
políticos cubanos que llevaban dos décadas tras la rejas, respaldando una
campaña internacional para su liberación. A Castro le indignó esa interferencia
en “asuntos internos de Cuba”. Por eso le puso la tarea a uno de los pocos
escritores del boom latinoamericano insensible al asunto Padilla. “La nuestra
es una amistad intelectual; cuando estamos juntos, hablamos de literatura”,
habría dicho el Nobel contrariando el sentido común y numerosos
testimonios.
No fue el
único recado en esa diplomacia informal. El comandante también se molestó con
la demora de Omar Torrijos para restablecer relaciones con Cuba. El general
había pedido paciencia: las embajadas se abrirían pero necesitaba hacerlo a su
ritmo, sin presiones. Pasaba el tiempo y nada. Cuando García Márquez fue a
compartir su entusiasmo con la lucha de Torrijos por recuperar el canal, Castro
le replicó: “¿y Cuba?”. Se quejaba de que todos ignoraban su isla. “Ve para
allá y dile que es un maricón. Que digo yo, que es un maricón. Y que lo va a
seguir siendo mientras no haga relaciones, que él me las prometió”.
Los dos
insólitos encargos convirtieron a García Márquez en un verdadero héroe entre la
burocracia cubana. “En el Comité Central no se hablaba de otra cosa que de las
exitosas misiones diplomáticas del colombiano. Esto ocurrió antes de que
decidieran desinflar su aventura como presidente de Colombia”. Según Fuentes,
“Gabo insistía en postularse. Pero La Habana no veía con buenos ojos ese
proyecto presidenciable”. Como tampoco le dio luz verde a la paz del M-19 con
Belisario Betancur (agrego esa información de buena fuente que esperaba
corroborar con Fuentes).
El escritor
anota que “el propio Gabo me hizo el cuento” remedando a González al recibir el
recado. “Felipe se había asombrado. Y había abierto los brazos en señal de
interrogación y había palidecido… En su momento, Torrijos también había
palidecido” le confirmó el célebre correveidile. Las arandelas del insulto
fueron específicas por destinatario. Con Torrijos, relaciones rápidas y plenas.
Con Felipe, “déjame a mí con mis presos”.
Egaña, Camilo (2017) “Norberto Fuentes: García Márquez era un hombre derrotado por la revolución”. CNN, Abr 20
Fuentes, Norberto (1999). Dulces guerreros cubanos. Seix Barral
Mora, Miguel (2004). “Norberto Fuentes novela la autobiografía de Fidel Castro”. El País, Mayo 25
PD (2018). "La 'feminista' ministra Dolores Delgado, en la picota: Marlaska es maricón". Periodista Digital, Sep 25
Restrepo Jiménez, Ana Cristina (2018). “¿Qué callan los paisas?”. El Espectador, Oct 6
Rubio, Mauricio (2015). “Cuba y el conflicto colombiano”. El Espectador, Abr 22
______________ (2016). "Fidel Castro y la paz". El Espectador, Nov 30
Sánchez, Loreto (2016) "Cuando el ‘boom’ latinoamericano abandonó a Fidel Castro". El Independiente, Nov 27
PD (2018). "La 'feminista' ministra Dolores Delgado, en la picota: Marlaska es maricón". Periodista Digital, Sep 25
Restrepo Jiménez, Ana Cristina (2018). “¿Qué callan los paisas?”. El Espectador, Oct 6
Rubio, Mauricio (2015). “Cuba y el conflicto colombiano”. El Espectador, Abr 22
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Sánchez, Loreto (2016) "Cuando el ‘boom’ latinoamericano abandonó a Fidel Castro". El Independiente, Nov 27
Villamizar, Darío (1995). Compilador. Jaime Bateman: Profeta de la Paz. Bogotá: COMPAZ