Publicado en El Espectador, Enero 24 de 2018
Rubio, Mauricio (2012). “Helí Alzate, las feministas y las prostitutas”. El Malpensante, Nº 30, Mayo. Versión completa
Rubio, Mauricio, Marlene Espitia y Patricia Mugno (2018). "Encuesta de Servicios Sexuales en Bogotá", Metodología, Formulario Frecuencias Simples
Rubio, Mauricio y Marlene Espitia (2018). "El Mercado del Sexo en Colombia. Elementos para un Diagnóstico". Encuentro Hablemos de Prostitución - Bogotá - Presentación
Schmitt DP (2005) “Sociosexuality from Argentina to Zimbabwe: A 48-nation study of sex, culture, and strategies of human mating”. Behavioral and Brain Sciences 28; 247-311
Simpson JA & SW Gangestad (1991) “Personality and sexuality: Empirical relations and an integrative theoretical model”. En Kathleen McKinney & Susan Sprecher (Ed) Sexuality in Close Relationships. NY-London Psychology Press. Cap 4
Salem, estudiante española de historia
del arte, relata su recorrido desde la doctrina feminista hasta una completa
emancipación sexual.
Reconoce que su experiencia es
controversial y no convence a mucha gente. Se inició joven en el feminismo, cuando
“una increíble profesora me mostró los hilos”. Se define feminista
interseccional pues reconoce múltiples sistemas de opresión patriarcal.
Varios años de relaciones afectivas y
sexuales insatisfactorias la decepcionaron. Sufrió matoneo y discriminación
“por ser una mujer con un impulso sexual verdaderamente alto”. Buscaba “no
tener que entregar, sin ninguna contraprestación, esfuerzo emocional y sexual a
los hombres; sacarle provecho al atractivo físico en lugar de pagar un alto
precio”. Soportó burlas y humillaciones. “Una vez, cuando me teñí el pelo,
aguanté pocos días pues no pude manejar la escalada en el matoneo”. Los
problemas los ocasionaba tanto su físico como su intenso e inagotable deseo
sexual. “Mis parejas masculinas no podían seguirme el ritmo y, a menudo, me
reprendían. Tampoco sabían manejar mi poliamor. Encima, varias compañeras me
miraban con desprecio, me criticaban por ser la zorra del grupo”.
Empezó a planear salidas a su situación.
“¿Qué tal cobrar? Así podría poner yo las condiciones. Así sería yo la
instigadora activa: mi sexualidad ya no estaría al servicio del patriarcado
sino de mí misma. ¿La cereza sobre el pastel? Podría vivir de las pocas cosas
que ya sabía hacer mejor que nadie. Así, decidí dedicarme al striptease”.
Su vida cambió radicalmente. “De
repente, estaba en una ciudad diferente, haciendo nuevos amigos, desnudándome
por dinero, masturbándome por dinero, besándome con mujeres por dinero. Estaba
viviendo el sueño, mi sueño. Ninguna de las otras strippers me criticó por ser sexualmente hiperactiva”. Se acabaron
los chistes sobre cómo se follaría todo lo que se moviera, “no más miradas
desagradables por mis vestidos y ropa interior. Encontré una comunidad que me
apoyó por lo que era: una puta gloriosa”.
Salem se volvió luego escort y ahora
puede montar “los más excitantes y seductivos affaires para y con mis clientes”. Aprecia que después de cada encuentro
no la llamen a preguntarle dónde anda, o con quién. “No esperan que pase mi
tiempo libre con ellos, cuidándolos. No esperan que me acueste sólo con ellos.
No me reprenden por ser sexualmente agresiva. No tienen problema con que yo
lidere la faena buena parte del tiempo. ¡Au
contraire! Me buscan para eso”. Encuentra irónico que en sus ratos con
clientes sea cuando logra “follar de una manera que es la más auténtica y
sincera para mí”. Además de su tiempo, su empeño emocional, físico, sexual y
erótico están, para ella, adecuadamente compensados. “Pues sí. El feminismo me
llevó a convertirme en una puta profesional. Mi análisis feminista sobre los
esfuerzos sexuales y emocionales que asumen las mujeres y las personas no
binarias me llevó a cobrar por ellos. Le estoy cobrando al patriarcado mi
apariencia, mi sexualidad y mis formas de expresión. Y, ¡carajo!, eso es bien
revolucionario para mí”.
En 1991, los psicólogos JA Simpson y SW
Gangestad propusieron una metodología para analizar las diferencias
individuales en sexualidad. Con el Inventario de Orientación Sociosexual (SOI
por su sigla en inglés) buscaban captar la variabilidad en la disposición a
tener relaciones sexuales con una pareja diferente de la habitual. Hicieron encuestas
de auto reporte a una muestra de mujeres y hombres sobre estrategias de
flirteo, fantasías románticas, emociones, afectos y actitudes hacia el sexo
casual. Resumieron las respuestas en un índice: quienes obtienen un puntaje
bajo –sociosexualidad restringida- tienden a la monogamia, prefieren cortejos
largos e invierten bastante en relaciones estables, de largo alcance. La
sociosexualidad irrestricta, por el contrario, se caracteríza por mayor
facilidad para tener sexo, incluso con extraños, y menor intensidad romántica
en las relaciones, tal como cuenta Salem o lo han hecho escorts y cortesanas de
varias épocas.
Yo sospecho que entre feministas y
prostitutas existe una brecha de sociosexualidad que dificulta la empatía. Las primeras,
restringidas, imaginan que las segundas, irrestrictas, deben ser rescatadas, cual
pecadoras o víctimas. Décadas atrás, Helí Alzate y María Ladi Londoño, precursores
de la sexología experimental colombiana, documentaron ese escollo para el
diálogo político. Dicho esto, sería apresurado afirmar que la actitud hacia el
sexo es uniforme entre las mujeres que cobran por ofrecerlo. Mientras veinte de
cada cien prostitutas encuestadas en Bogotá en 2018 piensan que su primera
experiencia fue “agradable o muy agradable”, un tercio la considera “horrible”;
la mayoría declara que al iniciarse “sabía lo que hacía”, como Salem, pero algunas
reportan haber sido forzadas o engañadas. La oferta de servicios sexuales es
variada y compleja como la sociosexualidad de las proveedoras que, entre muchos
factores, dependería de gustos, ambiciones, temores, personalidad e historia
individuales, peculiaridades que al feminismo radical actualmente le importan tan
poco como la emancipación sexual.
Alzate, Heli, Maria Ladi Londono (1984). “Vaginal erotic sensitivity”. Journal of Sex & Marital Therapy, 1521-0715, Volume 10, Issue 1, 1984, Pages 49 – 56. Texto completo del artículo
Alzate, Heli, Maria Ladi Londono (1987). “Subjects' Reactions to a Sexual Experimental Situation”. The Journal of Sex Research, Vol. 23, No. 3. pp. 362-367
Rubio, Mauricio (2012). “Helí Alzate, las feministas y las prostitutas”. El Malpensante, Nº 30, Mayo. Versión completa
Rubio, Mauricio, Marlene Espitia y Patricia Mugno (2018). "Encuesta de Servicios Sexuales en Bogotá", Metodología, Formulario Frecuencias Simples
Rubio, Mauricio y Marlene Espitia (2018). "El Mercado del Sexo en Colombia. Elementos para un Diagnóstico". Encuentro Hablemos de Prostitución - Bogotá - Presentación
Salem (2018). "How being a feminist led me to Sex Work". Blog Personal
Schmitt DP (2005) “Sociosexuality from Argentina to Zimbabwe: A 48-nation study of sex, culture, and strategies of human mating”. Behavioral and Brain Sciences 28; 247-311
Simpson JA & SW Gangestad (1991) “Personality and sexuality: Empirical relations and an integrative theoretical model”. En Kathleen McKinney & Susan Sprecher (Ed) Sexuality in Close Relationships. NY-London Psychology Press. Cap 4