Publicado en El Espectador, Septiembre 5 de 2019
Como es corriente en los fanáticos que buscan
tomarse el poder con las armas, a Márquez y su séquito les faltó astucia
política. Con tan sólo declarar que se rebelaban contra Duque habrian ganado mucha
fanaticada preparada y erudita, como la que probablemente los ayudó con la JEP
y definitivamente los asesoró en la redacción de su pormenorizado y actualizado
memorial de agravios, que contiene quejas por inseguridad jurídica, fast-track y decisiones de la Corte
Constitucional.
Abad Faciolince, Héctor (2019). “La paz patas arriba”. El Espectador, Ago 30
Acevedo Guerrero, Tatiana (2019). “Dos Marquetalias”. El Espectador, Ago 30
Bejarano Guzmán, Ramiro (2019). “Reencuentro Farc vs. uribismo”. El Espectador, Sep 1
Cárdenas, Juan (2019). “Una fuga hacia el futuro. El País, Ago 30
Escobar Moreno, José David (2019). “La disidencia de “Iván Márquez” es "anacrónica” y "destinada al fracaso"”. El Espectador, Ago 30
Garzón, Juan Carlos et. al. (2019). “El anuncio de Iván Márquez y las “nuevas” FARC: implicaciones y posibles impactos”. Fundación Ideas para la Paz, Ago 29
León, Juanita y Juanita Vélez (2019) “El tiro al aire de Iván Márquez, Santrich y compañía”. La Silla Vacía, Ago 30
Rodríguez, Nicolás (2019). “Una bala perdida”. El Espectador, Ago 31
Trino presidenta de la JEP
El retorno a la
guerra liderado por Iván Márquez puso al descubierto falacias e incoherencias del
proceso de paz.
Primero, mostró que
el problema agrario y el campesinado sin acceso a la tierra, médulas de la
retórica santista, son apenas una pequeña parte de las muchísimas reivindicaciones
de los subversivos para reforzar con armas su interacción con políticos,
funcionarios o empresarios y, ahora explícitamente, controlar el bajo mundo. “La
única impuestación válida será la que se aplique a las economías ilegales”,
anunciaron.
Fue una típica movida
política. No es casual que Márquez haya insistido tanto en conservar la sigla
FARC para el partido reinsertado y la nueva insurgencia. Santos, respaldado por
su plana mayor, declaró que “ellos mismos escogieron convertirse en otra banda
criminal”. Quienes hicieron todas las maromas imaginables para establecer
conexidad con el delito politico e indultar crímenes atroces, asimilan una
declaración pública que cualquier penalista tipificaría como rebelión a una extraña
forma de delincuencia común. Márquez, Santrich y el Paisa fueron asesinos,
secuestradores, traficantes de droga, reclutadores de menores o terroristas que
merecían tratamiento penal favorable. Pero que esos mismos criminales le sumen
a su abultado prontuario un discurso en el que manifiestan querer derrocar al
gobierno los convierte en vulgares bandoleros. Delincuente político sería el
que recibe como respuesta a sus crímenes lo que decida arbitrariamente el gobierno
de turno.
"Esto es
supremamente doloroso. Tuvieron todas las garantías posibles… Precisamente se
había venido demostrando que el Estado de derecho funcionaba" trinó
compungida y soberbia Patricia Linares, presidenta de la JEP. Silenció lo bien
que funcionó esa instancia a favor de Santrich. Como Santos y su equipo, la
magistrada no asimiló el manifiesto de Márquez, que enumeró todos los motivos
para rebelarse contra ese Estado opresor, sin garantías, cipayo del
imperialismo y cuya perversidad se remonta a Francisco de Paula Santander.
Adormecidos por
apoyar a Santos sin crítica ni análisis, varios expertos en conflicto no fueron
más allá de expresar sus deseos. “Es un proyecto llamado al fracaso y desfasado
con la realidad del país”. Como si la ciudadanía pudiera controlarlos, y hubiera
avalado el infierno de los ochentas y noventas, consideran “ilusoria” la
propuesta de que “la sociedad acepte el regreso a la política con armas”.
Alcanzan a sugerir que tocará dialogar: “el Acuerdo de Paz concientizó a gran
parte del país de que la guerra no es la salida”. Con la misma ingenuidad
legalista de la JEP, declaran que “no se justifica que estén incumpliendo el
Acuerdo”. La actitud de cura convencido es inocultable: “Márquez se equivocó
profundamente al retomar las armas. El camino correcto es el de ‘Timochenko’ y
los congresistas del partido político FARC”. Sobre la posible alianza con
elenos, por favor, la evidencia histórica es contundente: “cuando los dos
grupos subversivos intentaron unirse no tuvieron grandes resultados… es una
alianza condenada al fracaso”.
Voces más sensatas
reconocen a Marquetalia 2, la “paz patas arriba” o el “tiro al aire” que puede
causar mucho daño. Con sobrada razón desvirtúan el argumento simplón de que
“son muy pocos” y mencionan un elemento
clave de la situación: Nicolás Maduro.
Fuera de la pobreza
analítica, se destacan la polarización y fijación enfermiza con Uribe. En un momento
bien delicado, con eventual reencauche de una “coordinadora guerrillera”
refugiada en Venezuela, apoyada por militares y jefe de gobierno corruptos, seguramente
por Cuba, el mayor costo del levantamiento de Inírida sería que Uribe
"vuelve y gana".
El reflejo
automático y pueril de evaluar cualquier acontecimiento político o de seguridad
exclusivamente en función de los réditos para el enemigo ubicuo puede venir
empacado como elucubración digna de análisis psiquiátrico: las miradas opacas de
Márquez y Santrich “solo admiten una comparación con la mirada igualmente
inescrutable, inexpresiva y vacía del otro sociópata que completa el trío…. Álvaro
Uribe, el principal beneficiario de este funesto comunicado guerrillero, que
también sabe cómo mirar sin que lo miren, ocultar, reprimir y neutralizar sus
emociones detrás de las gafas fotosensibles, mientras se le pinta en la boca
una tenue mueca de goce. Ojos vacíos y medias sonrisas son el indicio de la
psicopatía de nuestros tres chiflados”. La iluminante reflexión es de un supuesto
demócrata tolerante que busca la reconciliación entre todos los colombianos, de
los cuales la mitad, intelectual y moralmente inferior, admira a su obsesiva
pesadilla.
Abad Faciolince, Héctor (2019). “La paz patas arriba”. El Espectador, Ago 30
Acevedo Guerrero, Tatiana (2019). “Dos Marquetalias”. El Espectador, Ago 30
Bejarano Guzmán, Ramiro (2019). “Reencuentro Farc vs. uribismo”. El Espectador, Sep 1
Cárdenas, Juan (2019). “Una fuga hacia el futuro. El País, Ago 30
Escobar Moreno, José David (2019). “La disidencia de “Iván Márquez” es "anacrónica” y "destinada al fracaso"”. El Espectador, Ago 30
Garzón, Juan Carlos et. al. (2019). “El anuncio de Iván Márquez y las “nuevas” FARC: implicaciones y posibles impactos”. Fundación Ideas para la Paz, Ago 29
León, Juanita y Juanita Vélez (2019) “El tiro al aire de Iván Márquez, Santrich y compañía”. La Silla Vacía, Ago 30
Rodríguez, Nicolás (2019). “Una bala perdida”. El Espectador, Ago 31
Trino presidenta de la JEP