Varios detalles del 11-M recuerdan la existencia de vínculos entre las actividades terroristas y el narcotráfico: uno de los detenidos tenía antecedentes por tráfico de drogas y, además, recibió una cantidad de hachís como pago por la información sobre el acceso a los explosivos; a otro arrestado se le han intervenido numerosas drogas en el registro de su vivienda, y un tercero es hermano de un narcotraficante marroquí [1]. Aunque para este incidente la asociación entre terrorismo y drogas podría ser casual, no parece prudente seguir ignorándola, como línea de investigación relevante para la comprensión del terrorismo en España y la coordinación de esfuerzos para enfrentarlo.
A nivel internacional hay bastante acuerdo, y es copiosa la evidencia, sobre los vasos comunicantes entre el tráfico de narcóticos, el de armas y el terrorismo. Para España, por el contrario, la posibilidad de una vinculación de ETA con el comercio de drogas ha sido tradicionalmente subestimada, cuando no descartada de partida, básicamente con el argumento de que ETA no incurriría en semejante error político. Con el atentado del 11-M salieron a la luz varios aspectos del escenario actual de la seguridad. Uno, el bajo mundo español es bastante más complejo que ETA. Dos, la internacionalización del terrorismo es una realidad. Tres, consecuentemente, es indispensable adoptar una visión global de los desafíos a la seguridad española.
En este ensayo se analizan estos puntos y, además, se argumenta que esa nueva mirada que impone el 11-M no puede seguir menospreciando el fenómeno del tráfico de drogas en España ni, por otra parte, la delicada situación social, política y criminal en América Latina. Allí es larga la tradición tanto de narcoterrorismo como, por otro lado, de presencia etarra que bien puede revitalizarse.
1 – DESPUÉS DEL 11-M
El sorpresivo atentado del pasado 11 de Marzo marca un hito en materia de seguridad. En particular, resulta claro que la amenaza que representan los flujos irregulares, recientes y masivos, de inmigrantes, o sus misteriosos traficantes, o las mafias rusas, es menos crítica que la derivada de unos pocos movimientos de personajes claves, o de insumos muy específicos para la violencia a gran escala.
Antes de que se planteara que los explosivos utilizados en el atentado habían sido sustraídos de una cantera asturiana, y se contemplaba la posibilidad de que, aunque fabricados en España, hubiesen podido ser exportados y reimportados ilegalmente, una persona vinculada a los organismos de seguridad señalaba una de las mayores debilidades españolas en materia de prevención de las acciones terroristas: como principal puerto de entrada de la cocaína y el hachís hacia Europa, la península es particularmente vulnerable al ingreso ilegal de otros productos, como los explosivos [2].
Una segunda característica del 11-M, aún no descartada en las investigaciones, que también va en contra del esquema tradicional de los atentados en la península, es lo que se puede denominar el sicario terrorista. Los ataques masivos a la población civil aparecen ahora como algo que se puede subcontratar [3]. Que el medio de pago para uno de los servicios de soporte al atentado haya sido el hachís corrobora la complejidad del escenario y señala que las redes e interconexiones en el bajo mundo español están establecidas, son múltiples y fluidas.
2 – DROGAS Y TERRORISMO, MULTIPLES VINCULOS [4]
El término narcoterrorismo fue acuñado por el presidente peruano Belaúnde Terry en 1983 para describir los ataques con explosivos contra la policía antinarcóticos de ese país [5]. Pocos años después fue lo característico del período en que los capos colombianos, coordinados por Pablo Escobar, libraron una monumental batalla contra la extradición que incluyó una serie de atentados dinamiteros [6]. Más recientemente, el término ha sido utilizado para referirse al creciente apoyo que, con fondos del tráfico de drogas, estarían recibiendo grupos extremistas islámicos desde ciertas regiones sin ley de América Latina [7].
La Triple Frontera
Aunque el uso del término narcoterrorismo se ha criticado como simple disculpa para dar, después del 11-S, un nuevo impulso a la desafortunada guerra contra las drogas [8], es claro que en América Latina ciertos lugares tradicionales de contrabando se han transformado en focos a dónde confluye una gran variedad de actividades criminales. La región conocida como la Triple Frontera -entre Brasil, Argentina y Paraguay- es tal vez el principal de estos núcleos. Con un flujo cercano a los 10 millones de turistas anuales que, provenientes de más de 60 países, visitan las cataratas de Iguazú, este lugar ha sido tradicionalmente un importante centro de intercambio. De las tres ciudades situadas en la zona, la más importante es Ciudad del Este, el antiguo Puerto Stroessner [9]. Con 700 mil habitantes, se estima que su economía sobrepasa la del resto de Paraguay [10]. Se calcula que el volumen de comercio ilegal es del orden de 15 mil millones de dólares al año, clasificando así como el tercer centro comercial del mundo, después de Hong Kong y Miami [11]. A las diversas actividades de contrabando se fueron sumando progresivamente las de falsificaciones –de marcas, documentos y moneda- el comercio de vehículos robados, el blanqueo de dinero y el de drogas. Sin embargo, el quiebre definitivo en materia de seguridad en la zona se dio durante los noventa, a raíz de los ataques a la embajada de Israel (1992) y AMIA (1994) en Buenos Aires que, se cree, fueron planeados desde allí [12] . A raíz de los atentados del 11-S la inquietud se agudizó, y consecuentemente lo hizo el interés de los servicios de inteligencia de distintos países por la zona [13], que se considera desde entonces un verdadero santuario del terrorismo internacional.
En la actualidad, la hipótesis básica es que como resultado del conflicto armado y la presión a los narcotraficantes en Colombia se está produciendo un desplazamiento de actividades ilegales hacia esa zona, en donde convergen la droga, la subversión tradicional y el terrorismo, incluso islámico. Aunque es difícil precisar el verdadero alcance de lo que este lugar representan como amenaza [14] hay razones que sustentan la suspicacia de las agencias de seguridad [15]. Las facilidades existentes en Ciudad del Este para el blanqueo de dinero [16] habrían contribuido a convertir el lugar, “para todas las organizaciones armadas latinoamericanas, en punto de encuentro idóneo para descansar y hacer negocios al mismo tiempo. Entre los habitantes habituales se ve a miembros de IRA, de ETA y de las FARC” [17]. Una situación similar se observa en la Isla Margarita en Venezuela, o en la ciudad colombiana de Maicao. Difícil imaginar refugios más idóneos para etarras con órdenes internacionales de búsqueda y captura.
Otra Triple Frontera
El término narcoterrorismo también ha sido utilizado para describir el creciente recurso al narcotráfico como método corriente de financiación por parte de grupos armados. Este fenómeno ha sido particularmente marcado en América Latina [18]. Los principales grupos izquierdistas con conexiones con la droga han sido el Sendero Luminoso peruano así como las FARC, y más recientemente, el ELN en Colombia. Los grupos derechistas conocidos como paramilitares también tienen estrechos lazos con el narcotráfico. Los orígenes de esta asociación que demostró ser fructífera fueron la protección de los cultivos de coca y, por otro lado, el suministro de armas. El primer caso caracteriza el inicio del proceso de vinculación de las FARC con el narcotráfico, que continuó con la construcción y gestión de laboratorios para finalmente entrar de lleno como proveedores en la comercialización de narcóticos [19]. Antes, sin embargo, otro grupo colombiano, el M-19, había establecido una alianza con narcotraficantes para garantizar su suministro de armas desde Cuba [20].
Se tiene así la segunda, y más pertinente, asociación entre dos actividades que, en España, se siguen considerando fenómenos independientes. Es pertinente mencionar aquí otra Triple Frontera, esta vez entre Colombia, Perú y Brasil, uno de los lugares más importantes de producción, procesamiento y salida de la cocaína hacia Europa, un centro de lavado del dinero desde la época de los carteles de Medellín y Cali, y un lugar en dónde las FARC mantienen presencia continua desde hace varias décadas [21].
El encuentro entre el terrorismo y el narcotráfico a través del trueque de armas y explosivos por droga, ha sido estimulado por los cada vez más rígidos controles internacionales al lavado de dinero. Por otra parte, en varios países la producción de armas, municiones y explosivos ha sido un monopolio de las fuerzas armadas sobre quienes, además, ha recaído a veces la responsabilidad de perseguir a los traficantes de droga. Se ha creado así un ambiente propicio para la corrupción, y un segmento ilegal dentro del cual el intercambio natural es el trueque de armas y explosivos por droga [22]. Por último, se deben mencionar los acuerdos de paz y el desarme ocurridos en Centroamérica durante los noventa, que estimularon la oferta ilegal de armamento demandado ante todo por los grupos ilegales colombianos, a su vez traficantes de droga.
3 – ETA Y EL TERRORISMO GLOBAL
La Triple Alianza
La conformación de alianzas internacionales entre grupos terroristas se habría iniciado con los contactos que, a principios de los años setenta hizo el IRA con la OLP, entonces en el Líbano. La OLP suministraba armas y entrenamiento militar. El IRA también obtuvo armas de la URSS a través de terroristas palestinos. Ambos querían ante todo debilitar al enemigo común de la guerra fría, el Reino Unido. Posteriormente, el IRA empezaría a actuar con grupos como ETA, las Brigadas Rojas y el Baader-Meinhof. Parte esencial de estos acuerdos era el transporte conjunto de armas desde el Líbano y por Italia [23].
Estas alianzas no fueron bien vistas por la OLP que redujo progresivamente su apoyo a grupos que consideraba amateurs. IRA se tornaría entonces hacia el coronel Gadaffi en Libia. Con la caída de la URSS, el colapso del pacto de Varsovia y, sobre todo, la entrada de ex militares soviéticos y agentes de la KGB al tráfico ilegal de armas –que se dio junto con el surgimiento de las mafias rusas- vino un impulso definitivo al trueque armas por drogas.
La reciente conexión de los irlandeses con las FARC se habría logrado, precisamente, a través de los vascos, que también hablan español [24]. En el centro de la triple alianza IRA-ETA-FARC estaría el intercambio de un potente explosivo, el C4, por asesoría técnica para su utilización [25]. Así el arreglo más reciente sería que las FARC, con mayor acceso que sus socios a explosivos de fabricación militar, habría suministrado C4 a ETA que, a su vez, lo habría trasferido a la gente del IRA, a cambio de técnicas en fabricación de bombas [26]. Los organismos de seguridad británicos señalan que el más probable origen del C4 suministrado por ETA al IRA son las FARC [27]. El uso del C4 en varios de los más recientes atentados del grupo colombiano –entre otros el del Club el Nogal en Bogotá- sumado a la detención de tres irlandeses que visitaban la zona de distensión en el Caguán ayudan a explicar el frecuente señalamiento de las autoridades colombianas a IRA y ETA como asesores de los terroristas locales en materia de explosivos [28].
ETA en América Latina
Con estos antecedentes, la pregunta pertinente es cómo se enmarca un grupo como ETA en el nuevo contexto del terrorismo global. Parece claro, en primer lugar, que la presión policiva, judicial y política interna, junto con el final del santuario en Francia hacen predecible un repliegue, y el fortalecimiento de alianzas por fuera de Europa. Acerca de los posibles vínculos con Al Qaeda, existen opiniones divergentes, que no se analizarán en detalle aquí, puesto que se quiere llamar la atención sobre otros nexos que han recibido menos atención pero que resultan ahora bastante pertinentes. Varios factores sugieren considerar como muy verosímil la posibilidad de un nuevo protagonismo de los grupos subversivos latinoamericanos en el escenario español.
Está en primer lugar la existencia, desde los inicios de ETA, de una ideología común de izquierda revolucionaria marxista, admiradora del Che Guevara [29], que parece elemental revivir y reempacar en un discurso nacionalista y antiimperialista compartido [30]. La simetría de esta afinidad ideológica es evidente en declaraciones recientes de grupos guerrilleros colombianos [31]. Desde organizaciones pacifistas aparecen también algunas extrañas complicidades hacia ETA desde Latinoamérica [32]. Consistente con los lazos anteriores, está la evidencia de una red no despreciable de cerca de 130 etarras actualmente refugiados en la región [33]. Una muestra de que no ha sido una presencia del todo pasiva la constituye el vínculo de algunos etarras con el tráfico de armas en Centroamérica [34]. No es simple coincidencia que el aparato de apoyo a ETA haya mantenido, hasta hace un par de años, una sede en la capital de Nicaragua [35], importante centro de reciclaje de las armas utilizadas en los conflictos centroamericanos [36].
Otro factor que apunta a una renovación de los lazos subversivos de ETA en Hispanoamérica es que la dirección del grupo, a raíz de la captura de dos elementos de la cúpula en Diciembre de 2003 [37], habría recaído sobre Josu Ternera, responsable durante varios años del aparato internacional de la banda, y de Mikel Antza que era, precisamente, el encargado de la red etarra en América Latina. No menos pertinente resulta que continúe en libertad Eusebio Arzalluz, alias Paticorto, cuyo currículo y contactos en la región los envidiaría cualquier líder guerrillero latinoamericano [38].
Está por último la observación de que los lazos entre ETA y los grupos armados latinoamericanos no son una mera eventualidad, o una posible consecuencia del FSP, sino que son de vieja data [39]. En particular, es notoria la participación de la ETA en los conflictos centroamericanos a mediados de los ochenta [40]. En ese contexto, se destaca por lo insólita la política de “echar leña al fuego” extraditando etarras a esa región por la misma época [41].
En la actualidad resultan muy pertinentes los indicios de vínculos con las FARC, uno de los principales suministradores de cocaína, y eventualmente, como se vio, de una nueva generación de explosivos hacia Europa.
No menos importante resulta el hecho que los grupos guerrilleros latinoamericanos, que siguen siendo rurales, son ávidos demandantes de técnicas terroristas urbanas. Así, no sorprende que para algunos analistas [42] y periodistas [43] de terceros países la alianza ETA-FARC resulte apenas evidente.
4 – ETA Y LAS DROGAS
Los pocos analistas españoles que hacen referencia a la vinculación de ETA con el mundo de las drogas parecen considerarlo no como una decisión de la banda sino como una restricción del mercado ilegal de armas [44], otorgándole mayor importancia al aspecto del consumo –entre la juventud vasca, los militantes potenciales o los prisioneros etarras- que al del tráfico de estupefacientes, que sería una simple extensión de lo primero. A su vez, la drogadicción aparece como un extraña alternativa a la actividad política [45]. Entre observadores externos, sin embargo, el vínculo de ETA con el narcotráfico ha recibido bastante más atención. Un informe de la DEA del año 2002, por ejemplo, habla de ETA como organización dedicada al narcotráfico [46]. El Observatoire Géopolitique de Drogues francés, también plantea este vínculo [47]. Se reporta que, en 1984, tres miembros de ETA fueron detenidos en la Haya con una importante cantidad de cocaína que, se cree, estaban intentando cambiar por armas y municiones y que en 1988 la policía francesa detuvo un importante traficante mientras se reunía con un presunto etarra [48]. En 1996, José Luis Flojeras, antiguo ETA, estuvo entre los capturados por un alijo de 150 Kg de cocaína [49] El testimonio más sólido de una relación no esporádica ni accidental sino continua y sistemática entre ETA y el narcotráfico proviene de las declaraciones de un arrepentido italiano ante la justicia italiana y la española [50].
Son varios los posibles orígenes de estos vínculos de ETA con el mundo de las drogas. En los años ochenta, las dificultades económicas de la banda [51] coincidieron con una creciente confluencia entre los mercados de drogas y de armas a nivel internacional. A pesar de ciertas reticencias iniciales, el ingreso a ese mundo se habría dado de manera progresiva, a través de contactos con otras organizaciones armadas [52]. Las campañas de los nacionalistas vascos más radicales para movilizar jóvenes hacia ETA –como la marcha y lucha o martxa eta borroka- que estuvieron muy ligadas al consumo de drogas, también habrían jugado algún papel y ayudarían a explicar el consumo atípicamente alto entre los vascos [53]. Las tendencias anteriores se habrían visto facilitadas por las relaciones tradicionales de la banda con los contrabandistas de armas en la frontera franco-española [54], sobre quienes muchas veces, por cuestiones de imagen política, se hizo recaer la responsabilidad del narcotráfico. En este contexto, la guerra a los distribuidores al por menor en el País Vasco, que en ocasiones se presenta como un acto de reacción protectora contra el vicio, podría interpretarse como la búsqueda del control por el mercado por parte de ETA [55].
Por otro lado, de particular interés para el análisis de la conexión latinoamericana resulta la vinculación con las drogas derivada de los servicios que ETA parece haber prestado, desde mediados de los ochenta, a los capos colombianos. Bajo esta visión, el narcoterrorismo de Pablo Escobar y sus extraditables habría contado con la asesoría técnica de los etarras, y habría sido la fase inicial de una continua colaboración con diversos grupos armados colombianos [56]. Una vez hecho el contacto inicial con los narcos [57], es razonable suponer que la conexión con los demás grupos guerrilleros colombianos se pudo dar a través del M-19, que según algunos observadores fue el primer grupo guerrillero en lograr el ideal de autofinanciación con el narcotráfico [58]. También es más que razonable suponer que una vez establecido el antecedente del acceso a los ingentes recursos del tráfico de narcóticos, con la consolidación del patrón droga como medio de cambio más usual en el mercado negro de armas, con el inexorable agotamiento –financiero y político- de los recursos de extorsión era difícil para ETA dar marcha atrás.
Como si lo anterior fuera poco, los cambios recientes en el mercado mundial de la cocaína, más dinámico hacia Europa, con una alta participación de las guerrillas latinoamericanas -socios ideológicamente más presentables que unos simples negociantes de alcaloide- en el suministro y ávidas de técnicas de terrorismo urbano, sugieren que la posibilidad de nuevas alianzas de ETA en Latinoamérica deba ser tomada en serio.
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[1] Hicham Temsemani, es hermano de Rachid Temsemani, un barón del tráfico de drogas entre Marruecos y España arrestado en el 2000. Le Figaro 15 marzo 2004
[2] “Si al cabo del año entran toneladas de hachís y droga procedentes de Marruecos a España, ¿por qué no van a poder introducir 100 ó 200 kilogramos de explosivos?”. Belt Ibérica Marzo 17 de 2004. http://www.belt.es/noticias/2004/marzo/17/detonadores.htm
[3] “Varios de los detenidos carecían de vinculación con el integrismo radical, pero fueron reclutados por algunos de los líderes de la célula entre la delincuencia común; algunos de ellos tienen antecedentes policiales y judiciales por delitos de otras clases”. Periodista Digital Marzo 31 2004
[4] El énfasis hacia América Latina no sólo responde a la especialización del autor del ensayo. También se busca señalar la importancia de no concentrarse en el terrorismo islámico como único escenario alternativo al tradicional de ETA.
[5] Smith (1991)
[6] Tanto los antecedentes como las consecuencias de este enfrentamiento entre el narcotráfico y el Estado colombiano se pueden encontrar en Rubio (2004)
[7] De acuerdo con James Hill, jefe del U.S. Southern Command en Miami, “el narcoterrorismo en América Latina está impulsando grupos radicales islámicos como Hamas y Hezbollah. Estos grupos sacan provecho de los débiles controles fronterizos y la falta de autoridad estatal en ciertas áreas sin ley (lawless) para generar cientos de millones de dólares provenientes del tráfico de drogas y armas con narcoterroristas”. Citado por Adams (2003). Traducción propia.
[8] AEGD (2002)
[9] Se dice que fue fundada por el dictador paraguayo como puerto libre precisamente para facilitar las actividades de contrabando.
[10] Seri (2003)
[11] De acuerdo con la revista Forbes, citada por Seri (2003).
[12] Ya desde 1999 el Departamento de Estado norteamericano comunicaba oficialmente a las autoridades argentinas su preocupación por la creciente presencia en la zona de grupos traficantes y organizaciones terroristas. Se discutió incluso con el gobierno de Menem la posibilidad de contar con presencia permanente de la DEA en un aeropuerto al norte de Argentina y de dar entrenamiento militar a comandos norteamericanos en los campos militares brasileros de la provincia de Misiones. AEGD (2001)
[13] Se considera una nueva versión de Casablanca durante la 2ª Guerra, en donde convergen espías y agentes cubiertos de Argentina, Brazil, Paraguay, los EEUU., Alemania, España, Israel, y países de Medio Oriente. Seri (2003)
[14] “Estamos preocupados no tanto por las cosas que vemos allí, sino por lo que no vemos” reporta Seri (2003) como declaraciones de un oficial norteamericano.
[15] En los tres países colindantes hay una presencia antigua de inmigrantes de medio oriente. Estas colonias aumentaron con la guerra civil en el Líbano, factor que contribuyó a la constitución de redes vinculadas a grupos integristas islámicos como la Yihad y el Hezbollah, supuestos responsables de los atentados de Buenos Aires. También se sospechan vínculos con un atentado terrorista ocurrido en Egipto en 1997. Cerca de allí, en la frontera de Brasil con Uruguay, fue detenido en 1997 uno de los autores del atentado de Luxor en Egipto, Hassan Aly Mokhler, con falsa identificación. Su esposa vivía entonces en la Triple Frontera. AEGD (2001). Actualmente, la presencia de Hezbollah no parece un secreto para nadie, ya que su canal oficial es uno de los cuatro que se emite por cable en árabe en esa localidad. Adams (2003). De acuerdo con un informe preparado en Mayo de 2000 por la División Federal de Investigación de la Librería del Congreso, titulado "A Global Overview of Narcotics-Funded Terrorist and Other Groups,", y citado por Adams, los grupos fundamentalistas islámicos estarían enviando importantes sumas de dinero a través de cuentas en Canadá y el Líbano.
[16] En particular la cuenta CC5 ofrecida por el Banco Central Brasileño a los extranjeros para agilizar la conversión de dinero paraguayo y su transferencia a los bancos brasileros en pocas horas. Napoleoni (2004) p. 294
[17] Napoleoni (2004) p. 294. Sobre la presencia de las FARC en Paraguay un indicio significativo fue el anuncio del cierre de la Embajada Norteamericana en ese país, a mediados de 2001, a raíz de “amenazas creíbles” de dicho grupo. “Colombian Guerrillas Threaten Attacks on U.S. Targets” Insight on the News , June 11, 2001. http://www.findarticles.com/cf_dls/m1571/22_17/75435138/p1/article.jhtml. No menos diciente es la existencia de un barrio de invasión en Asunción con el sugestivo nombre de La Marquetalia, un famoso santuario de las FARC en sus inicios en Colombia. http://lists.peacelink.it/latina/msg03297.html. Ver también USSD (2001) o “DEA boosts its role in Paraguay “ The Washington Times, Agosto 21, 2001 o “Paraguay: reiteran "apoyo" de las Farc” El Colombiano Dic 17 2003.
[18] Steinitz (2002)
[19] Rubio y Ortiz (2004)
[20] A pesar de la enemistad que mantuvo inicialmente el M-19 con el cartel de Medellín por algunos incidentes de secuestro, simultáneamente, desde principios de los ochenta tenía un acuerdo con el narcotraficante Jaime Guillot Lara en un nexo de armas por droga con oficiales cubanos. A cambio de protección a los cargamentos de droga, Guillot traía de vuelta armas vendidas por Cuba al M-19. Steinetz (2002).
[21] Ver “La triple frontera, bastión de la guerrilla colombiana” en El Clarín (Buenos Aires) Septiembre 11 de 2000
[22] De hecho, uno de los elementos que pudo contribuir a la expansión del narcotráfico de Colombia hacia el Ecuador fue la temprana corrupción de algunos militares ecuatorianos por parte de los narcotraficantes colombianos que, en su batalla terrorista contra la extradición a finales de los ochenta, demandaban importantes cantidades de dinamita cuyo suministro, más vigilado en Colombia, fue asumido por miembros sobornados del ejército ecuatoriano.
[23] Napoleoni (2004) p. 115 y 116
[24] Ver “IRA's links with Farc and Eta revealed” The Guardian Agosto 25 de 2001. Ver también “Global Networking: Trading in Terror?” Time Europe Sep 3, 2001/Vol. 158 No. 10
[25] A diferencia de otros explosivos como la dinamita, que se utiliza en canteras, industrias cementeras, o petroleras, el C4, mucho más efectivo, es exclusivo para usos militares. La contraprestación para su mayor potencia es que requiere un alto grado de sofisticación técnica para usarlo.
[26] Con el C4 el IRA habría logrado el doble propósito de mantener –e incluso reforzar- su capacidad para atentar con bombas haciendo parecer la devolución de sus caducas existencias del explosivo Semtex como un gesto de desarme.
[28] Igual desconcierto, en términos de una sofisticación técnica difícil de poderse considerar autóctona, produjeron en Venezuela un par de atentados, al Consulado Colombiano y a la Oficina Técnica de Cooperación de la Embajada de España. Ver la transcripción del debate “¿Entró el terrorismo con pie firme a Venezuela?” en TV prensa 2000.
http://www.televen.com/noticias/opinion/triangulo/doc/tria260203.doc
[29] Ver al respecto el capítulo “Tras la sombra de Che Guevara” en Zumalde (2004)
[30] Se pueden mencionar algunas muestras de la vigencia de esta afinidad ideológica entre la extrema izquierda tanto aberzale como latinoamericana: (i) un reciente artículo de Gara.net (Febrero 10 de 2004),“Uribe, un invitado non grato” que en esencia recoge el discurso de las FARC contra el actual presidente colombiano, (ii) el reporte de varios eventos a los que invitan simultáneamente asociaciones de la izquierda vasca y el “Colectivo de Colombianos Refugiados en Euskadi”; (iii) el portal de “Komite Internazionalistak” (http://www.herriak.org ) con un ícono del Ché Guevara; (iv) el lema “antes rojos y comunistas, ahora independentistas y terroristas” para describir el régimen del “Sistema Garzón (señor que tortura y secuestra) made in España” alternado con artículos como “Latinoamerikako Globalizazio neoliberalari buruzko ihardunaldiak” en la página Indymedia de Euskal Herria (http://euskalherria.indymedia.org).
[31] Luego de que el ELN exigiera, para liberar a un joven vasco que mantenía secuestrado, la presencia de una comisión del Parlamento vasco –integrada por representantes del PNV, de Unidad Vasca, y del bloque Socialista Abertzaleak- y de medios de comunicación vascos, uno de sus líderes declaraba que "el pueblo vasco al igual que el nuestro ha sufrido el atropello y la exclusión por parte del Estado español, por eso hemos tomado la decisión de liberar al ciudadano vasco Asier Huegun Etxeberria como un gesto de solidaridad con su pueblo que lucha por su soberanía e independencia". El Tiempo, Octubre 20 de 2003.
[32] El caso más llamativo es el de una controvertida carta de la Madres de la Plaza de Mayo, publicada en Octubre de 2000, en dónde se denuncian “las torturas de numerosos detenidos (de ETA), consentidas por los jueces de la Audiencia Nacional”. Aunque debatida, generó luego una amistosa relación y posteriormente condujo a movimientos de protesta contra la extradición del etarra Josu Iriondo desde la Argentina. Carta en www.madres.org/documentos/contenido/eta1000.htm#madres; fotos y grabaciones de Iriondo con Hebe de Bonafini, la Madre firmante de la carta, en www.seprin.com/menu/notas7245.htm
[33] “En la actualidad, la colonia etarra se concentra, mayoritariamente, en tres países: México, Venezuela y Cuba. También hay una presencia testimonial en Uruguay, Panamá y Argentina”. Belt Ibérica citando El País de Febrero 12 de 2004 en http://belt.es/noticias/2004/febrero/23/eta.htm
[34] En Mayo de 1993, luego de una explosión accidental, las autoridades nicaragüenses descubrieron un importante arsenal ilegal perteneciente a una disidencia del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) salvadoreño en un taller de Managua, el llamado buzón Santa Rosa. El escondite contenía no sólo municiones y varios tipos de armamento –que incluían misiles tierra aire- sino documentos para una posible red de secuestros. La investigación reveló que un futuro jefe logístico de ETA, Eusebio Arzalluz Tapia alias Paticorto, era el responsable del lugar. A raíz de este incidente también salió de Nicaragua, hacia México, Luis Enrique Gárate Galarza quien fuera detenido a principios de 2004 cerca de Burdeos. U.S. Department of State “Patterns Of Global Terrorism, 1993” Latin American Overview. http://www.fas.org/irp/threat/terror_93/latin.html. La Prensa, Nicaragua Octubre 17 de 2001 y La Vanguardia Febrero 11 de 2004
[35] La llamada Casa Lindavista, adquirida en 1987 por la ex militante de ETA Izaskun Larreategui Cuadra, que el juez Garzón ordenó clausurar a finales de 2002 por su presunta utilización por personas vinculadas a ETA. La Prensa, Nicaragua, Septiembre 3 de 2002.
[36] Según un exguerrillero salvadoreño, “Nicaragua era una gran feria de armas, una especie de inmenso mercado gris”. Citado por EIR (1995, 45)
[37] Gorka Palacios Alday y cinco días después Ibon Fernández de Iradi, alias Susper, ambos en Francia.
[38] De acuerdo con un reporte publicado en Nicaragua, Eusebio Arzalluz había llegado a mediados de los ochenta. Fue asesor del Ministerio del Interior (MINT) de los sandinistas bajo Tomás Borge. Participó, con otros etarras, “en el enfrentamiento a los Contras en las zonas de Jinotega y Matagalpa, donde los etarras efectuaban interrogatorios a los campesinos capturados bajo sospechas de contrarrevolucionarios”. Posteriormente fueron integrados a la Dirección Quinta del MINT y, tras la derrota electoral del año 90 “se dedicó a la construcción de escondrijos de armas para su posterior venta a movimientos guerrilleros de izquierda, principalmente colombianos”. No sólo era el responsable del arsenal que estalló en 1993 en Managua sino que mantenía un verdadero “almacenamiento de información de inteligencia” que incluía un acervo de 307 pasaportes de 22 países, “las rutas principales y requisitos migratorios de panamá, Brasil, Venezuela, Colombia, Perú y Bolivia” así como una “breve caracterización de empresarios y grupos económicos”. Cuando el empresario mexicano Alfredo Harp Helú fue secuestrado su documentación apareció en el Buzón Santa Rosa”. Al huir Arzalluz de Nicaragua “estuvo en Colombia, donde instruyó a guerrilleros del castrista Ejército de Liberación Nacional de ese país”. La Prensa, Nicaragua, Octubre 17 de 2001.Ver también USSD (1994)
[39] A mediados de los años ochenta, de acuerdo con informes remitidos por la Policía Nacional y la Guardia Civil a la Audiencia Nacional, Josu Ternera habría coordinado con el grupo MIR Chileno la realización de un secuestro. Aparecen unos recibos manuscritos por el mismo Ternera en donde constan dos pagos, en Abril de 1985 a unos “chilenos”. La Razón Septiembre 11 de 2000. Se ha llegado a plantear, en un informe del The Latin American News Service (LANS) de San Antonio, Texas publicado en 1997 que el antiguo líder del ELN colombiano, el español Manuel Pérez, era una especie de agente de ETA en Colombia. Citado en http://www.stanford.edu/group/wais/columbia_terrorism.html. “La policía secreta colombiana encontró varios videos de las organizaciones ETA de España y Sendero Luminoso de Perú, durante redadas contra grupos rebeldes en distintos puntos del país”. Tabasco HOY / Notimex, 14 de febrero de 2002. http://www.tabascohoy.com.mx/th/nuevo/images-front/blank2.gif. Como indicio indirecto se puede mencionar el ataque en Bogotá, a finales de 1998, contra un guardia civil que estuvo infiltrado en ETA. El Mundo Diciembre 9 de 1998. Al parecer ETA colaboró con militantes del MIR chileno en el secuestro del empresario Emiliano Revilla.
[40] En 1983, un comando de ETA intentó asesinar al ministro de Defensa de El Salvador. Según un ex embajador español en Managua, ETA entrenó a la guerrilla nicaragüense. A su vez, Un ex guerrillero vinculaba a ETA con el asesinato del arzobispo de San Salvador. El País, Enero 13, Febrero 4 y Marzo 15 de 1984. El etarra Gregorio Jiménez Morales, «Pistolas», habría intervenido en un complot atribuido a los sandinistas para asesinar en Costa Rica a Edén Pastora, Comandante Cero. Asimismo, otro etarra, Francisco Arriarán, murió en las filas de la guerrilla salvadoreña. Belt Ibérica S.A. http://www.belt.es/noticias/2004/marzo/17/detonadores.htm
[42] “Se recurre también, y cada vez más, al andar conjunto y cooperativo con otro movimientos terroristas internacionales. A la manera de las FARC que –está visto- actúan en estrecha vinculación con el ETA y con el IRA”. Cárdenas (2003) p. 141-142. Steinitz (2003) considera, a su vez, que a pesar de ciertos indicios de colaboración entre las FARC y Al Qaeda, parece mucho más sólida la hipótesis de un apoyo tanto del IRA como de ETA a las FARC.
[43] “En nuestro hemisferio, ETA envía a sus cuadros cada año a Cuba para entrenamiento en explosivos. Han establecido contratos con los barones colombianos de la droga para garantizar sus embarques de narcóticos hacia Europa. ETA ha enviado algunos de sus militantes a Colombia y Venezuela para descansar. Si ETA puede contrabandear narcóticos por las fronteras, también es seguro que pueden contrabandear explosivos”. “Inside ETA” PittsburgLIVE.com, Marzo 21 de 2004.
[44] “Terrorismo y drogas no se encuentran tan separados … los vínculos existentes entre la práctica de aquella violencia y el narcotráfico constituyen un hecho evidente, al cual no ha sido ajena la propia ETA … Dada la estructura del mercado negro internacional donde se abastecen las organizaciones terroristas, resulta muy difícil hacerse cliente de los traficantes de armas sin terminar siéndolo de los narcotraficantes”. Reinares (2001) p. 45
[45] “… si no te metías en algo político, caías en el mundo de la droga; pero fácilmente, además …. Nos presentaban al inframundo de la mafia, de todo eso. Estás en un mundo de drogadictos”. Entrevistas con un militante de ETA en Reinares (2001) p. 44 y 45. Más adelante el autor hace referencia a ese algo político que constituye una alternativa al mundo de la droga.
[46] “Drugs and Terrorism: A New Perspective” Drug Intelligence Brief de Septiembre de 2002 en http://www.dea.gov/pubs/intel/02039/02039.html
[47] Ver OGD (1999)
[48] Agencia UPI, Marzo 10 de 2002. http://www.upi.com/view.cfm?StoryID=20021003-075603-8009r
[50] El pentito italiano Raffaele Spinello señaló que miembros de ETA se habían puesto en contacto con el Clan Genovese para comprar armas. Para el pago, los italianos, exigían cocaína y hachís, ya que disponían de heroína. Posteriormente señaló que dos chicas jóvenes, correos españoles “mandan la cocaína todas las semanas a los grupos criminales italianos; después llega una persona, una mujer, que representa al grupo, que recoge el dinero de las distintas familias y toma nota de más encargos”. La Razón 7 de abril de 2003. Ver también UPI, http://www.upi.com/view.cfm?StoryID=20021003-075603-8009r
[51] Por agotamiento de las víctimas de secuestro y extorsión. Napoleoni (2003) p. 94
[52] Tal es el escenario descrito en diversos testimonios reportados por Fernando Reinares.
[53] OGD (1999).
[54] Es interesante observar cómo el asunto del contrabando de armas desde Francia, por allá por los años sesenta hacía parte, con la mayor naturalidad, de la cotidianidad del grupo, cuando aún se presentaban reparos morales para, por ejemplo, cometer un atraco. Ver Zumalde (2004) p. 166.
[55] OCG (1999)
[56] Según una versión corriente en Colombia, al iniciar Pablo Escobar su guerra contra la extradición, habría decidido contratar la mejor tecnología disponible en materia de terrorismo urbano. Reacios al principio, el capo les habría mandado un sugestivo mensaje a los etarras: por qué se niegan, si aún no les he dicho cuanto estoy dispuesto a pagarles. Tras un jugoso acuerdo se habría iniciado una larga relación. El biógrafo más serio de Escobar, Alonso Salazar, relata cómo, algunos años más tarde, el capo seguía contratando ciertos servicios muy especializados con la ETA, como el asesinato del ex ministro Enrique Low Murtra. Ver Salazar, Alonso (2001). La parábola de Pablo. Bogotá: Planeta. p. 234. De acuerdo con Jeremy McDermott, un periodista británico que entrevistó lugartenientes de Escobar en Medellín, la clave del contacto inicial habría sido el intercambio de tecnologías, con un tercer actor, el IRA. ETA e IRA suministraban conocimiento en explosivos y a cambio recibían entrenamiento en tácticas de guerra urbana, en particular instrucción en patrullaje, emboscadas, prevención de emboscadas y despejes de viviendas por parte de las milicias de Escobar. Ver “We taught IRA how to ambush” (Le enseñamos emboscadas al IRA) en Scotland on Sunday, Abril 21 de 2002. http://news.scotsman.com/international.cfm?id=425392002
[57] Un punto que valdría la pena investigar es hasta qué punto estos encuentros precursores se facilitaron con la extraña política de destierro etarra hacia las Américas.
[58] Ver EIR (1995, 45)