Publicado en El Espectador, Enero 5 de 2017
Carrascal, Santiago (2015). “Los nexos de Vargas Lleras con la corrupción”. La Oreja Roja, Dic 24
Un vice precandidato que matonea a un
subordinado es vergonzoso, inadmisible. Ante ese desastre anunciado, reitero la
propuesta de elegir presidenta en 2018.
No basta con una candidata, deberían
ser varias, y menos pendencieras. Mi recomendación parte de una conjetura: la
situación actual exige pragmatismo más femenino que masculino, social, no de
máquinas. Posconflicto, violencias persistentes, desfalcos, líos fiscales y
extensión de los avances educativos a las mujeres menos privilegiadas necesitan
realismo y atributos que varones y barones políticos no pueden ofrecer.
Sin representar a nadie ni rendir
cuentas, culmina su faena el primer hermano, “enfant terrible” de la gran
prensa y la oligarquía bogotanas. Tras esa opaca extralimitación, revuelta con
soberbia, torpeza y, para muchos, traición, quedamos sumidos en el escenario
político más polarizado en décadas, con un sucesor presidencial patán como
pocos. Sería ingenuo esperar que un acuerdo contaminado con leguleyadas de
tahúr, agrarismo y marxismo caducos, machismo camuflado y crímenes que ninguna
democracia amnistiaría lo ajusten sus coautores. Toca aterrizarlo con
diplomacia, apuntalar la desmovilización y el desarme, negociar con el ELN sin feriar
principios, controlar la corrupción y superar la crispación política.
Semejantes desafíos exigen renovación con liderazgo, reflejos y raciocinio
femeninos; la capacidad de arreglos consensuados quedó averiada y ningún
pandillero la va a arreglar.
La intelectualidad renunció -en coro,
con hara kiri- a la crítica y la credibilidad. Endosando indefendibles en un
confuso mamotreto, fortaleció la alianza entre uribismo, Ordóñez e iglesias
cristianas, hasta hacer factible su victoria electoral. El trámite
parlamentario del referendo anti adopción tampoco generó una reacción
conducente, negociadora. El país no aguanta más bala, ni coscorrones, ni
trumpadas, pero tampoco más peleas causadas por un irrespeto improcedente con
las creencias religiosas. Las mayorías católicas y cristianas, están más
estigmatizadas que cualquier minoría étnica. La laicidad no necesita drama,
agravios, burlas, ni conversión de creyentes. Urgen en el poder empatía con
pragmatismo, o sea muchas mujeres. La gran mayoría son realistas, preocupadas
por conciliar y resolver problemas concretos, no por vencer contrincantes,
imponer doctrinas o rediseñar el mundo.
El polo a tierra femenino fue
inmortalizado por la estirpe Buendía. Úrsula ciega localizaba objetos perdidos.
Ella y otras matronas protegían “personajes masculinos desconcertados”. Yo lo
percibo en mi entorno: en la generación anterior, mezclado con el típico
machismo de familia grande, pero también entre quienes criamos sin diferencias
en educación formal, oficio doméstico o independencia. Mi hija mayor es más aterrizada
que sus compañeros y su hermano, soñador que filosofa con amigos que parecen
Abelardos; pocas Eloísas disertan con ellos, y se limitan a temas específicos
de relaciones interpersonales. Su explicación es que las mujeres lidian con
dificultades prácticas que los hombres no enfrentamos, desde menstruación hasta
maternidad. Según una teoría darwinista, para pedirlo bastan promesas mientras que
para darlo mejor tener detector de mentiras, riguroso análisis factual y
capacidad predictiva. Con más mujeres en la mesa de negociación, esas aptitutes
habrían fortalecido el acuerdo de paz mucho más que un sonso barniz tardío de
enfoque de género.
Otros datos dispersos corroboran mi
intuición: la pequeña proporción de mujeres, estudiantes o docentes, en facultades
de filosofía, fenómeno que las idealistas atribuyen a la conspiración
patriarcal; las revistas femeninas en países cultos, con más consejos prácticos
que disertaciones sobre la situación de la mujer; la baja popularidad de las
militantes feministas, tan desconectadas que ni les preocupa ese termómetro.
Defensoras lúcidas y visibles de los derechos de la mujer han renunciado
públicamente al feminismo, cooptado por dogmáticas que rechazan opinones disonantes
o críticas.
Lina, amiga feminista heterodoxa,
ilustra el empirismo de mujer. La conocí contando cómo en su colegio mixto
había “aprendido feminismo a las patadas”. Además de estudiosa, es observadora,
curiosa y divertida. Hace poco tuvo una hija y está fascinada comprendiendo los
cambios físicos, instintivos, hormonales, metabólicos y endocrinos, la leche,
la oxitocina, los olores y todo lo que menosprecian las doctrinas que niegan la
naturaleza humana y el vínculo con otras especies. Hasta el Papa Francisco aceptó
la teoría de la evolución, sin que el mensaje alcanzara a trancar el referendo
contra familias diversas que, como la teoría de género, refleja un total
desconocimiento de la biología.
Jane Goodall, célebre primatóloga,
anotó que Trump en campaña era como los machos chimpancés en ritual de
dominación. “Buscan impresionar a sus rivales con comportamientos agresivos.
Entre más vigoroso e imaginativo el show, más probable que asciendan en la
jerarquía”. Qué buena descripción del más opcionado aspirante a macho alfa
colombiano, buscando aliados manzanillos como sea. Lástima que la etología aún
no sea herramienta usual del análisis político. No estamos condenados a
aguantar líderes matones, como chimpancés o gorilas: también somos primos
cercanos de los bonobos, cuyos machos son mantenidos a raya por alianzas de
hembras.
Borinsky, Alicia (2014). “Macondo y sus mujeres extraordinarias”. La Nación, Abr 25
Carrascal, Santiago (2015). “Los nexos de Vargas Lleras con la corrupción”. La Oreja Roja, Dic 24
Duncan, Gustavo (2016). “A comer m…”. El Tiempo, Dic 28
I (2014) “Pope Francis declares evolution and Big Bang theory are real and God is not 'a magician with a magic wand'”. Independent, Oct 28
Lawler, Joseph (2016). “Jane Goodall: Trump debates like a chimp in a dominance ritual”. Washington Examiner, Sep 17
LI (2016). “Arrancan las elecciones. La oposición tiene 3 bastiones sobre los cuales construirá una candidatura ganadora en 2018: el uribismo, Ordóñez y las iglesias”: Los Irreverentes, Dic 23
LI (2016). “Arrancan las elecciones. La oposición tiene 3 bastiones sobre los cuales construirá una candidatura ganadora en 2018: el uribismo, Ordóñez y las iglesias”: Los Irreverentes, Dic 23