Publicado en El Espectador, Marzo 2 de 2017
Dickson, Gary (1995) “La genèse de la croisade des enfants (1212)”. Bibliothèque de l'école des chartes. Volume 153 / Numéro 1 / pp. 53-102
Jaramillo, Carlos Eduardo (2007). "Los guerreros invisibles. El papel de los niños en los conflictos civiles del siglo XIX en Colombia". En Pablo Rodríguez y María Emma Mannarelli (2007). Historia de la Infancia en América Latina. Bogotá: Universidad Externado de Colombia
Kater, Michael (2004). Hitler Youth. Cambridge: Harvard University Press
Laingui, André 2e Ed (1993). Histoire du droit pénal. Paris:PUF
Le Meur-Weissmann (2008). "Astyanax. Les enfants et la guerre dans l'Iliade". Gaia, 12
Molano, Alfredo (2017). "Los niños y la guerra". El Espectador, Febrero 12
Rubio, Mauricio y Ana Arjona (2007). Economía jurídica. Introducción al análisis económico del derecho iberoamericano. Bogotá: Universidad Externado de Colombia
Singer P.W. (2006). Children at War. Berkeley, LA; University of California Press
Alfredo Molano sostiene que la
guerrilla fue un “agente civilizador para la muchachada” en zonas rurales
apartadas.
Según él, las armas y rutinas
militares son para la adolescencia campesina el equivalente al gimnasio de la
juventud burguesa, y algo más. La guerrilla es acción, ejercicio y desafíos,
pero también afecto, reconocimiento y protección para quienes “en lugar de
hacer mandados en su casa, buscan las filas para hacerse grandes”. Algo así
pensaban los nazis de las Juventudes Hitlerianas -HitlerJugend (HJ)- que
brindaban “una oportunidad excitante para que la gente joven se volviera
respetada y responsable”.
Margarete Hannsmann, novelista
alemana, se liberó de su padre autoritario gracias a las HJ. Con apenas 15
años, se sintió adulta ayudando campesinos en un programa agrícola del partido.
Cual niña guerrillera con su comandante, las atenciones de un líder la
halagaron, y realmente se emancipó al iniciarse sexualmente con él. La
naturaleza autoritaria del régimen hitleriano atraía adolescentes que buscaban
certidumbres en un mundo inseguro. Adoctrinamiento, obediencia absoluta,
mesianismo e imposibilidad de abandonar una organización voraz marcaron su
mentalidad, encuadraron su existencia, aunque el nazismo viera ahí asuntos tan
naturales y positivos como Molano ve el ideario y los métodos farianos.
Las maromas intelectuales para
legitimar los excesos de la guerrilla ignoran la larga tradición opuesta a menores combatientes. Los niños en la
guerra han sido tabú “desde la filosofía china antigua y las sociedades
tribales africanas hasta las Convenciones de Ginebra”. Gran parte de la Ilíada
ocurre en el campo de batalla sin protagonistas infantiles. Agamenón recuerda
que esposas e hijos se quedaron en sus casas, esperándolos. El único niño es
Astianacte, hijo de Héctor y Andrómaca, a quien Homero utiliza precisamente
para denunciar las secuelas de la guerra.
El derecho romano planteaba que
los delitos eran imputables únicamente para quienes podían ser responsables; la
mayoría de edad penal, entre veinte y veinticinco años, corrió pareja con la
exclusión de menores de los ejércitos regulares, exceptuando los tamborileros. En
el año 697 el Abad Adomnán del monasterio de Iona organizó una reunión de
señores irlandeses que juraron respetar la “Ley de los Inocentes”, con
prohibición de matar mujeres, clérigos y jóvenes sin la edad para combatir. En
1212, un niño, Esteban de Cloyes, organizó una marcha hacia Tierra Santa con
varios miles de menores. La llamada Cruzada Infantil, de pastores y campesinos
apenas púberes, “llenó de asombro a los observadores laicos”. Los monjes que la
comentaron también quedaron sorprendidos. Los padres de familia hicieron todo
por impedirla y la literatura destacó por mucho tiempo este movimiento de “pequeños
inocentes” claramente distinguibles de los adultos. Mezclado con leyenda, el
evento muestra que ya en la Edad Media se consideraba inusual la participación
de menores en una guerra, así fuera santa. En Europa renacentista la edad de
los soldados oscilaba entre 20 y 37 años; la mayoría eran padres de familia.
La tranquilidad de Molano al
avalar el abuso guerrillero coincide con una inusitada sensibilidad por las
tradiciones del viejo continente para defender la tauromaquia. Su sentido
histórico es bien selectivo, centrado en sus intereses. Quienes protestan por
la presencia infantil en el conflicto armado son para él neófitos despistados,
un “grupo académico de personas de la tercera edad nacidas en países
desarrollados y ricos”. En esas sociedades, agrega, los menores “trabajaron
durante siglos cuidando ovejas, hilando telas, limpiando máquinas y, claro
está, siendo carne de cañón en sus interminables guerras”. Estas afirmaciones
tan ligeras como falaces desdeñan milenarios esfuerzos por civilizar los
enfrentamientos bélicos, apartar a los niños del campo de batalla y configurar
el Jus in Bello, luego Derecho
Internacional Humanitario, minucias que le importaron tan poco a la guerrilla
como ahora a sus defensores incondicionales.
En Latinoamérica los infantes
combatientes sí han sido comunes desde la independencia. Bolívar inició su
formación militar a los 14 años. “Niños Héroes” defendieron en 1847 el castillo
de Chapultepec del ataque de tropas norteamericanas. Durante La Violencia partidista
anterior, la afiliación a una de los facciones enfrentadas se definía al nacer
y en los centros educativos “los cursos se dividían en dos bandos”. El M-19
proclamaba en 1984 que en sus filas “jóvenes, casi niños, abren con su lucha el
futuro de Colombia”; los delirantes “campamentos de paz” con entrenamiento
militar a menores provocaron en algunos barrios populares un boom pandillero
cuyo daño nunca fue evaluado, mucho menos reparado.
Según Molano, en las zonas rurales “las muchachas son
adultas desde que pueden tener niños”; no sorprendería que en breve salga a
defender el matrimonio infantil, una costumbre con profundas raíces tanto
hispanas como precolombinas, y con más pedigrí campesino que cualquier toro de
lidia.
Carnahan, Burrus M (2012) “The Civil War Origins of the Modern Rules of War”. Northern Kentucky Law Review, Vol. 39:4
Dickson, Gary (1995) “La genèse de la croisade des enfants (1212)”. Bibliothèque de l'école des chartes. Volume 153 / Numéro 1 / pp. 53-102
Dickson, Gary (2008). The Children's Crusade. Medieval History, Modern Mythistory. Palgrave MacMillan. Versión digital
Hale, J.R. (1998). War and Society in Renaissance Europe 1450-1620. Sutton Publishing
Gallegos Carrera, Maripaz (2011) “Imputabilidad de los menores de 18 y mayores de 16 años en delitos graves”. Quito: Universidad de San Francisco
Gordon, John B. (1904). Reminiscences of the Civil War. New York: Charles Scribner's Sons. Versión digital
Jaramillo, Carlos Eduardo (2007). "Los guerreros invisibles. El papel de los niños en los conflictos civiles del siglo XIX en Colombia". En Pablo Rodríguez y María Emma Mannarelli (2007). Historia de la Infancia en América Latina. Bogotá: Universidad Externado de Colombia
Kater, Michael (2004). Hitler Youth. Cambridge: Harvard University Press
Laingui, André 2e Ed (1993). Histoire du droit pénal. Paris:PUF
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Molano, Alfredo (2017). "Los niños y la guerra". El Espectador, Febrero 12
Rubio, Mauricio y Ana Arjona (2007). Economía jurídica. Introducción al análisis económico del derecho iberoamericano. Bogotá: Universidad Externado de Colombia
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