Publicado en El Espectador, Marzo 31 de 2016
Gracias a Pedro Sorela por la reseña, que se lee mejor en este link
ByV (sf). "Indro Montanelli". Biografías y Vidas
Wikipedia (sf) Indro Montanelli
“Nos han impuesto la amnesia, haciendo
superflua incluso la amnistía. Nos han robado todo: primero las carteras, luego
la memoria, ahora incluso el lenguaje”.
Marco Travaglio acierta al expresar lo
que se siente a veces como colombiano. Aunque se refiera a “la más colosal
operación de desinformación que recuerde la historia de Italia” su lamento
ilustra cabalmente lo que ocurre aquí, con corrupción rampante pero sepultada
por eufemismos, cuando no abiertamente silenciada.
Travaglio es gran admirador de Indro
Montanelli, historiador, humanista, politólogo y primer periodista en señalar
los conflictos de interés del magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi
al volverse político. Trabajaron quince años juntos en Il Giornale, fundado por Montanelli tras renunciar al Corriere della Sera, que ya percibía
demasiado servil con los políticos. El plan del Cavaliere era lanzarse a la
vida pública para evitar la bancarrota y que el periódico lo apoyara.
Montanelli no sólo discrepó sino rompió relaciones. Las tempranas denuncias de
un anticomunista entrenado en el periodismo norteamericano no fueron atendidas.
Declarado “esclavo de las multinacionales”, sufrió un atentado a bala por las
Brigadas Rojas seguido de escasas manifestaciones de apoyo. Preocupado con el
avance comunista, alguna vez recomendó “taparse la nariz” para votar por la
Democracia Cristiana. Después rechazó un nombramiento de senador vitalicio: “mi
creencia en un modelo de periodista absolutamente independiente me impide aceptar
una oferta tan halagadora”.
Al cortar Montanelli con Berlusconi,
las represalias no tardaron. El político empresario sabotéo su labor y lo sacó
de su propio periódico. La Voce, otro
intento de autonomía, no arrancó por el “boicot de anunciantes deseosos de
complacer al nuevo patrón de Italia”. Desde entonces, luchó contra el
berlusconismo, más que contra su líder, pues conocía la proclividad italiana hacia
cualquier caudillo protector. Comparaba la situación con el apoyo irrestricto a
Mussolini convertido luego en cruzada antifascista. Solía recordar una frase
del Duce: "¿cómo no va uno a hacerse patrón, en un país de siervos?"
El periodista se oponía a Forza Italia por
la misma razón que repudió a los comunistas, era un liberal. Por eso los
sectores progresistas tergiversaron las razones de quien consideraban un
viejito gagá que anteponía los principios a la política. Según Travaglio, Montanelli
“conocía bien la tendencia de los intelectuales italianos, empezando por los
periodistas, a correr en auxilio del vencedor. Más que las censuras y las
depuraciones, le preocupaban las autocensuras y los servilismos espontáneos,
animados por el poder corruptor de Il Cavaliere, muy hábil a la hora de
alternar los halagos y las amenazas”.
Berlusconi finalmente cayó por las
fotos de un bunga bunga, como se conocían las orgías en su mansión de Cerdeña.
Las imágenes tomadas por Antonello Zappadu fueron claves para el cargo de “constricción
a la prostitución de menores” y la condena a siete años de prisión con “inhabilitación
perpetua para ejercer cargos públicos”, como Samuel Moreno. Zappadu, hijo de
reportero gráfico, prefiere que no lo llamen paparazzi por destapar el
escándalo que, con un fraude fiscal, tumbó a quien parecía imbatible. Sería
desacertado verlo como intromisión en la privacidad de un ciudadano común: era
un líder político manipulando una imagen pública que un fotógrafo entrometido
desbarató. Fue acusado de “violación al domicilio” pero la justicia lo
absolvió. Después se vino a Colombia a vivir con su esposa caleña. Le habrán
parecido de pésimo gusto el selfie de la hamaca y el video de la comunidad del
anillo.
No se sabe que es peor, si la
desfachatez de Berlusconi o la “hipocresía desbordante” de políticos
colombianos que camuflan relaciones incestuosas con los medios y ni siquiera
asumen el costo de hacer el ridículo. Víctimas de circunstancias imprevistas y
conspiraciones, ya ni se inmutan ante un escándalo. Cuentan con cajas de
resonancia mediáticas para su versión oficial, y las secciones o revistas de
“sociales” para mantener la figura de próceres.
Internet ha deteriorado las finanzas y
dificultado la labor del cuarto poder de fiscalizar la política. Ya es
impensable que un medio cuente con alguien como Montanelli, y el periodismo de
investigación se hace con las uñas, cuando requeriría más recursos para
analizar una corrupción sofisticada. Entidades solventes como las universidades
podrían contribuir a documentar los grandes desfalcos al erario, cultivando
equipos interdisciplinarios, dirigidos por periodistas y docentes, para hacer
trabajo de campo con estudiantes, indagar, contrastar, analizar y orientar a la
opinión pública. La academia y los medios de comunicación funcionan a ritmos
diferentes y sus vínculos son precarios. Fortalecerlos fastidiaría, tanto como
unas fotos indiscretas, a esos cavalieri de pacotilla que pelechan en la
caverna de la desinformación.
Gracias a Pedro Sorela por la reseña, que se lee mejor en este link
Brioschi, Carlo Alberto (2010). Breve Historia de la Corrupción. De la Antigüedad a nuestros días. Madrid: Santillana
ByV (sf). "Indro Montanelli". Biografías y Vidas
CD (2016). “Juan Villoro recomienda apostar por el periodismo de investigación”. @cdperiodismo, Marzo 16
EU (2013). “El paparazzi que tumbó a Berlusconi”. El Universal, Sep 22
Mendelson, Andrew (2007). “On the function of the United States paparazzi: mosquito swarm or watchdogs of celebrity image control and power”. Visual Studies, Vol 22 Nº 2, Sep
Rubio, Mauricio (2011). “El poder, ¿para qué? Para tirar y tirar, como Berlusconi”. La Silla Vacía, Nov 15
Travaglio, Marco (2009). “Montanelli y la información en Italia”, El País, Mayo 19
Wikipedia (sf) Indro Montanelli