Publicado en El Espectador, Febrero 1 de 2018
Bajos, Nathalie & Michel Bozon (2008). Enquête sur la sexualité en France. Pratiques, genre et santé. Inserm, INED, La Découverte
Caracol - El Espectador (2008). Encuesta "Como viven los colombianos su sexualidad".
Clark, Russel & Elaine Hatfield (1989). "Gender differences in Receptivity to sexual offers". Journal of Psychology & Human Sexuality, Vol. 2 (1). Descargar PDF
Diamond, Lisa (2008). Sexual fluidity. Understanding women´s love and desire. Cambridge: Harvard University Press
Reynolds, Emily (2018). "Here’s why Aziz Ansari’s behaviour matters". The Guardian, Jan 15
Rubio, Mauricio (2011). "Es mi cuerpo, yo decido. Un lema ya caduco para la legalización del aborto". La Silla Vacía, Sep 13
______________ (2011a) "Sexo con extraños: ¿por qué tan pocas mujeres lo hacen?". La Silla Vacía, Sep 20
______________ (2013) "¿Quiere acostarse conmigo esta noche?. El Espectador, Mayo 8
______________ (2017) "Juan Carlos Coolidge". El Espectador, Jul 19
Ruiz-Navarro, Catalina (2018). "El fin del amor y la muerte del sexo". El Espectador, Ene 17
Way, Katie (2018) “I went on a date with Aziz Ansari. It turned into the worst night of my life”. Babe
El incidente
por el que Aziz Ansari, creador y protagonista de Master of None, fue culpado de acoso ilustra una diferencia básica
entre la sexualidad femenina y la masculina.
Grace, la
víctima, pasó “la peor noche de su vida” por su reticencia a dárselo a quien no
conocía. La indignó el desparpajo de Aziz: directo al grano, sin preámbulos,
seducción o promesas y, encima, con ínfulas de irresistible. Se habían conocido
en una fiesta e intercambiaron teléfonos. A la semana él la invitó a su
apartamento. Ella estaba emocionada: planeó con amigas cómo vestirse para la
cita. Llegó, se tomaron un vino, salieron y apenas cenaron él quiso regresar.
Ella esperaba más charla. Volvieron y pronto estaban besándose, ambos desnudos,
las manos de él sobre sus pechos y partes íntimas, sexo oral mutuo. Ante
“señales físicas” de que ella no quería seguir, él le preguntó si estaba bien.
El “no quiero sentirme forzada” llevó a una tregua en el sofá. Ella añoró
caricias en el pelo o la espalda, alguna muestra de cariño. Se vistieron,
vieron TV y, al rato, nuevos intentos por desvestirla. “¡Ustedes los tipos son
todos iguales, siempre pensando en tirar!” espetó Grace levantándose. Decidió
irse, él llamó un Uber y al salir ella empezó a llorar: “me sentí violada, todo
se salió de mis manos”. Le escribió a una amiga: “odio a los hombres, tuve que
decir no muchas veces, él quería sexo”. Ella imaginaba, tal vez, una pizca de
romance, afecto, vínculo emocional.
En todos los
lugares y en todas las culturas en donde se ha estudiado la situación, las
mujeres reportan estar menos dispuestas al sexo con desconocidos que los
hombres. La prostitución refleja la asimetría: ellas cobran por acostarse con
extraños mientras que a ellos les importa tan poco, los excita tanto, que pagan
por esa oportunidad. El acoso en la calle o el transporte público -avances
sexuales de un extraño- generan repulsión femenina automática. Lo recíproco es
realmente excepcional, a pesar de la escasa resistencia.
Con tantas
sexólogas, biólogas, neurólogas, ginecólogas, endocrinólogas, psicólogas,
antropólogas, primatólogas etc… feministas, es increíble que persista la
creencia de que las sexualidades son iguales, como si la menstruación, los
ciclos hormonales, el embarazo, la maternidad o la lactancia no moldearan la
femenina. El rechazo al sexo con extraños es visceral en las mujeres,
instintvamente selectivas, como las hembras de muchísimas especies. El sexo,
que para ellas es bastante cerebral, exige un ritual mínimo. La mayoria no lo
da sin muestras de generosidad y compromiso, que toman tiempo. Además, es sobre
ellas que recaen los costos de las sorpresas, inevitablemente asimétricos.
El feminismo
pregona que Azis encarna la “cultura de la violación”. Pero el “siempre
dispuesto” es natural, sólo decrece con la edad y ha sido evidente en cualquier
época y sociedad, aún con extrañas; religión, educación y cultura atenúan,
civilizan esa pulsión primitiva. Los hombres buscan sexo donde los dejen. Pueden
ser totalmente negligentes e irresponsables. Si les da la gana, tiran y se van.
Ahora, ante un imprevisto, qué ironía, se lavan las manos con un lema
feminista: “es tu cuerpo, tú decides”. Es absurdo ignorar que estas realidades
tienen secuelas diferenciales sobre la sexualidad, a las que se suma la mayor
aversión de las mujeres al riesgo, también innata.
En Colombia,
9% de ellas contra 32% de ellos han tirado con extraños. En un experimento
norteamericano, 72% de los hombres, ninguna mujer, aceptaron acostarse con alguien
desconocido. Una encuesta francesa muestra que en los polvos con nuevos parejos
el climax femenino es menos frecuente (58%) que con el parejo habitual (79%):
más vale amante conocido repitiendo que levante de cine por conocer. A los
hombres les pasa exactamente lo contrario: la novedad es un plus, se llama
efecto Coolidge y también se observa en otras especies.
La química
íntima femenina también va contra la experimentación sexual. La vagina es un
medio ácido, con pH cerca de 4. Ese medio hostil a las bacterias mantiene el
lugar “tan limpio y puro como un vaso de yogurt”. El semen es más alcalino.
Después del coito, la acidez vaginal disminuye, facilitando las infecciones. Restablecer
el ambiente antiséptico es fácil con esperma conocido; si es extraño se retrasa
el proceso. Estas reacciones corporales inconscientes son ancestrales,
anteriores al preservativo, y condicionan, nunca determinan, la sexualidad
femenina que también depende de múltiples factores personales, familiares,
educativos y culturales.
Si Grace
estuviera informada, no adoctrinada, si dejara de imaginar primeras citas con
sexo de “consentimiento activo, entusiasta y continuo”, o un contrato de gestos
e iniciativas idílicamente armonizados, si no esperara al príncipe azul que con
un beso delicado y oportuno despierte su deseo, se habría ahorrado una velada
lamentable con un total desconocido como Azis.
Alonso, Guillermo (2018). "“¿Por qué ella no se fue?”: la acusación de acoso sexual a Aziz Ansari abre un debate que nos toca muy de cerca". El País, Ene 19
Angier, Natalie (1999). Woman, an intimate geography. New York: Virago
Angier, Natalie (1999). Woman, an intimate geography. New York: Virago
Bajos, Nathalie & Michel Bozon (2008). Enquête sur la sexualité en France. Pratiques, genre et santé. Inserm, INED, La Découverte
Caracol - El Espectador (2008). Encuesta "Como viven los colombianos su sexualidad".
Clark, Russel & Elaine Hatfield (1989). "Gender differences in Receptivity to sexual offers". Journal of Psychology & Human Sexuality, Vol. 2 (1). Descargar PDF
Diamond, Lisa (2008). Sexual fluidity. Understanding women´s love and desire. Cambridge: Harvard University Press
Murphy, Meghan (2018). “The Aziz Ansari accusations may not be about rape, but they are about rape culture”. Feminist Current, Jan 15
Reynolds, Emily (2018). "Here’s why Aziz Ansari’s behaviour matters". The Guardian, Jan 15
Rubio, Mauricio (2011). "Es mi cuerpo, yo decido. Un lema ya caduco para la legalización del aborto". La Silla Vacía, Sep 13
______________ (2011a) "Sexo con extraños: ¿por qué tan pocas mujeres lo hacen?". La Silla Vacía, Sep 20
______________ (2013) "¿Quiere acostarse conmigo esta noche?. El Espectador, Mayo 8
______________ (2017) "Juan Carlos Coolidge". El Espectador, Jul 19
Ruiz-Navarro, Catalina (2018). "El fin del amor y la muerte del sexo". El Espectador, Ene 17
Way, Katie (2018) “I went on a date with Aziz Ansari. It turned into the worst night of my life”. Babe
Young, Cathy (2015). “Feminists want us to define these ugly sexual encounters as rape. Don't let them. We need to stop prosecuting bad behavior as rape”. The Washington Post, May 20