Publicado en El Espectador, Febrero 16 de 2017
Daran (2012). "Are Transgender People Over a Thousand Times More Likely to be Murdered than Cisgender?". Feminist Critics, November
Feinberg, Leslie (1996). Transgender Warriors. Boston: Beacon Press
Fone, Byrne (2000). Homophobia. A History. New York: Metropolitan Books
Raymond, Janice (1979). The Transexual Empire: The Making of the She-Male. Beacon Press Books
Stryker, Susan (2008). Transgender History. Seal Press
Sentiido (2016). "Los hermanos Lanz: dos caras nuevas del activismo LGBTI". Sentiido, Dic 12
TERF (2015) "Radical feminism IS NOT TERF". http://theterfs.com/
Thomas, Florence (2017) "Laura una chica con suerte". El Tiempo, Feb 7
Entre las minorías LGBT la trans es, de
lejos, la más marginada y estigmatizada. Sufre la peor discriminación, mayor
violencia y una mortalidad varias veces superior a la del resto.
Sus relaciones con el feminismo tocaron fondo
durante los setenta. Transexual era sinónimo de “penetración involuntaria” del
espacio femenino que perpetuaba el sistema patriarcal. En 1973 la cantante
trans Beth Elliot fue vetada en una convención feminista por no ser mujer; una
ex compañera de universidad le reprochaba haberla violado. Robin Morgan, que se
asociaría luego con Gloria Steinem, se indignaba con la “obscenidad del
travestismo masculino”. No aceptaba “hombres que enfatizan los roles de género
y parodian el sufrimiento y la opresión femeninas”. Sobrevivir 32 años sufriendo
“la sociedad androcéntrica” la habían convertido en mujer y se negaba a llamar
‘ella’ a alguien nacido hombre. Recientemente, una reflexión similar de una
feminista culta, lúcida, independiente y respetuosa de las minorías me confirmó
que la retórica LGBT se impuso unilateralmente sin suficiente debate.
Mary Daly, filósofa feminista, calificó la
transexualidad de “invasión necrofílica” del espacio vital de las mujeres. Una
de sus estudiantes, Janice Raymond, lesbiana radical, justificó la transfobia
en The Transexual Empire. “Todos los
transexuales violan el cuerpo de las mujeres reduciendo las formas femeninas a
un artefacto y apropiándose de ese cuerpo”. Para ella, son agentes de la
opresión comparables a eunucos vigilando harems; poderes extranjeros para
someter al feminismo occidental. Y la medicina preocupada por la transexualidad
es equiparable a la ciencia nazi buscando pureza racial.
El rechazo continuó en los ochenta. “No se
puede cambiar de género. Cuando un hombre con estrógenos y senos ama a las
mujeres, eso no es lesbianismo, es perversión mutilada. Es un hombre mutante,
un loco auto ensamblado, una deformidad, un insulto. Merece una cachetada. Y
que le reconstruyan su cuerpo y su mente”.
Ante la epidemia de Sida, y la necesaria compasión
con los más afectados, se silenció la transfobia. La facción feminista que
acabó imponiéndose defendió con voz “alta y fuerte” a Beth Elliot, antes
repudiada, para aceptarla orgullosamente como hermana. Los transexuales se
convirtieron en víctimas del patriarcado a quienes “solamente el feminismo
podía ofrecerles un albergue seguro contra la opresión”. De la nueva visión
surgió la alianza LGBT con intereses y vínculos artificiales.
En los EEUU, el ataque feminista tuvo
secuelas. Programas médicos para cambio de sexo migraron de universidades
prestigiosas a clínicas privadas; se redujeron los fondos para servicios
sociales de apoyo. Triunfó la coalición entre políticos conservadores y
académicas que buscaban criminalizar la pornografía, como Catharine MacKinnon y
Andrea Dworking, quien recomendaba el panfleto de Raymond como “lectura
crucial”. El grupo TERF (TransExclusionary Radical Feminists) subsiste,
criticado por las “verdaderas” feministas radicales. Otras se autodenominan diques
que trancan al monstruo.
Estas pugnas intestinas muestran la
fragilidad y volatilidad de coaliciones basadas en discursos idealistas y
doctrinas conspirativas con enemigos inasibles. Hábiles camaleones defienden
hipócritamente lo que les causó repulsa. Trump podría revivir la transfobia de
la militancia oportunista y maleable ante los vaivenes del poder, como la de
obsesas con la interrupción voluntaria del embarazo que ahora callan los
abortos forzados de las FARC. Fue por conveniencia política que el pináculo intelectual
feminista y gay se apropió de la teoría de género, relevante sólo para trans,
pero útil para la imagen de víctimas. La extendieron arbitrariamente y, con
apoyo de una burocracia empecinada en ser de vanguardia, montaron un tinglado alucinante
que está alterando en varios países la política electoral. Una cruzada suicida
contra católicos y cristianos pretende imponer una educación sexual tan contraria
a la biología como el creacionismo, inocua contra la discriminación,
provocadora y contraproducente.
Los hermanos bogotanos Alejandro y Sebastián
Lanz, abogados, menores de 30 y no heterosexuales, trabajan con personas trans,
las verdaderamente excluídas, incluso por la élite homosexual, y únicas
concernidas por la diferencia entre sexo y género. Pragmáticos, no
voluntaristas, los Lanz están revolcando el activismo: descartan que exista una
“comunidad LGBTI”. Feministas combativos, apoyaron a Carolina Sanín en una
contienda contra un peso pesado, y la ganaron por K.O. Prácticos, incansables, poco
trascendentales, hasta tienen sentido del humor: en 2015 organizaron un plantón
en pijama frente a la Procuraduría para invitar a Ordoñez a un
"arrunchis". Ojalá desde el terreno más gente realista, imaginativa, comprometida
y audaz siga cambiando, aterrizando, mermándole ideología inútil y tóxica a una
militancia que, como la política corrupta, necesita una profunda trans
formación.
Baird, Vanessa (2004). Sex, Love & Homophobia. Amnesty International
Daran (2012). "Are Transgender People Over a Thousand Times More Likely to be Murdered than Cisgender?". Feminist Critics, November
EE (2017). "Colombiana denuncia que fue expulsada de una beca en México por ser trans". El Espectador, Feb 10
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Fone, Byrne (2000). Homophobia. A History. New York: Metropolitan Books
Jiménez, Timoleón (2017) “Las guerrilleras y la guerra, dramas y alegrías”: EL Espectador, Feb 8
Mojica, Jose Alberto (2011). “Évelin tiene miedo de que la maten”. Revista Don Juan. Feb 16
Palapot, Clarisa (2000). “Travestida para transgredir” Entrevista a Lohana Berkins, dirigenta del movimiento travesti. Socialismo o Barbarie. Nº3
Prada, Nancy, Susan Herrera, Tataiana Lozano y Ana Mª Ortiz (2012). ¡A mí me sacaron volada de allá! Relatos de vida de mujeres trans desplazadas forzosamente hacia Bogotá. Universidad Nacional – Alcaldía Mayor de Bogotá
Raymond, Janice (1979). The Transexual Empire: The Making of the She-Male. Beacon Press Books
Stryker, Susan (2008). Transgender History. Seal Press
TERF (2015) "Radical feminism IS NOT TERF". http://theterfs.com/
Thomas, Florence (2017) "Laura una chica con suerte". El Tiempo, Feb 7
Vargas-Cooper, Natasha (2017) “Womanhood Redefined. A feminist’s take on the transgender controversy”. The American Conservative, January 13