Publicado en El Espectador, Enero 17 de 2019
Los mursi de Etiopía son aborígenes apoyados
por Survival, la ONG que denuncia
abusos contra las “tribus felices del mundo” pero calla sus atropellos, como
los platos labiales que impone dicho grupo a las mujeres.
Shauna LaTosky, antropóloga canadiense,
vivió cuatro meses con los mursi tratando de entender por qué “adornan” las
bocas femeninas con platos. Antes de la pubertad, a las niñas les hacen un
corte en el labio inferior para meter un pequeño palo. Después van ampliando el
orificio con tapones cada vez más grandes. Finalmente, les insertan platos de
arcilla o madera cuyo diámetro también aumentan paulatinamente mientras la
portante alcanza la madurez sexual. El éxito matrimonial dependerá del tamaño
del plato que lleve incrustado en el labio.
Algún idealista propuso que se buscaba proteger
a las mursi del tráfico de esclavos, una explicación desconocida por la misma tribu.
LaTosky destaca el valor simbólico de la tradición. “Una niña sin plato labial
se considera perezosa”. Rechazar su uso implica que la familia pierde parte del
ganado acordado como dote. Un joven aclara la suerte de su hermana si no lo
utilizara. “La azotaría, y lo mismo haría nuestra madre. Después, al entregarla
en matrimonio, si ella no se pone el plato, su esposo la golpeará. Por eso le
enseñamos cómo comportarse”.
Las amenazas explícitas no inquietan a
la antropóloga, que no percibe sometimiento femenino sino una “forma de expresión
estética”. Eso sí, quien rehúse el ornamento se expone al estigma de perezosa,
apresurada o torpe ante los hombres y pierde “las gracias asociadas a la
condición de mujer: ser tranquila, serena, trabajadora y, sobre todo, orgullosa”.
Según una anciana mursi, “se sentirá avergonzada y temerosa de los hombres, caminará
apresuradamente, irá rápido a buscar la comida y no saludará a nadie. Si
tuviera un plato labial iría lentamente, andaría orgullosa meneando la barbilla”.
Una mujer casada y con hijos anota que preferiría no tener el labio perforado
que la hace sentir parte de su comunidad pero le impide ser una “ciudadana
educada del Estado”: quisiera estudiar y “aprender la lengua de los
extranjeros”.
LaTosky ignora testimonios recogidos
por ella para concluír que el plato labial empodera y llena de orgullo a las mursi.
Su complaciente escrito aparece en una publicación académica sobre “respeto y
autoestima de las mujeres en Etiopía”. Tranquilamente, compara las dificultades
de algunas jóvenes mursi para asimilar el aditamento con un recuerdo adolescente
suyo: “solía usar tacones de aguja de tres pulgadas en la casa un día antes de
una competencia de baile”.
Esta aceptación del potenciador de
belleza no es un caso aislado. The
Guardian, reputado bastión progre, publicó un artículo sobre “la tribu
etíope donde un plato labial te hace más atractiva". La ablación genital femenina,
que también implica cambios definitivos del cuerpo e impone sacrificios femeninos
en beneficio de terceros, persiste como “problema silencioso” en Colombia y
tiende a desaparecer, pero ni siquiera las progres que miran para otro lado la defienden
como artificio decorativo.
El vendaje de pies al que fueron
sometidas las mujeres chinas por cerca de un milenio sí se apreciaba como
símbolo de belleza y pudor. Cubría la parte más intima del cuerpo femenino, la
que nunca se mostraba, ni siquiera en las ilustraciones y grabados con desnudez
total. Sobre su función última persiste bastante misterio. Las conjeturas van desde
una manera de ejercitar músculos para hacerle más placentero el sexo al hombre
hasta la búsqueda de inmovilización en el hogar. Hoy sobreviven muy pocas mujeres
que soportaran ese yugo.
La milenaria práctica desapareció en un
cortísimo lapso. A finales del siglo XIX, cuando el vendaje alcanzaba su máxima
propagación, empezaron a llegar familias occidentales a la China. Esposas de misioneros
y solteras cristianas se organizaron para oponerse tenazmente a esa manipulación
corporal, protestaron, hicieron panfletos y hasta abrieron albergues para las
afectadas. Intelectuales chinos que estudiaban en Europa y Norteamérica
regresaron y apoyaron la abolición de la costumbre. Hacia 1920 los pies
vendados ya estaban en desuso, sin que colapsara la cultura china tradicional.
Las mujeres cristianas actuales, desprestigiadas
ante la vanguardia por reaccionarias, podrían repudiar los platos labiales y
emprender una campaña en contra. Con la élite feminista e intelectual mejor no contar:
su prioridad es acabar los vestigios de imperialismo cultural y combatir la
sumisión occidental a los estereotipos de belleza y a la moda del capitalismo
patriarcal. Para los labios, lo correcto sería vetar el rouge que cosifica y elogiar la bandeja facial
incrustada que enorgullece; en los pies, erradicar el suplicio que sufrió la desdichada
joven LaTosky con sus tacones altos para bailar, equiparables a pies vendados.
En todo caso, no dejarse enredar con pendejadas como si un hábito es voluntario
o es impuesto por la sabiduría comunitaria, siempre más humana que el mercado.
Agbo, Njideka (2018). “The Ethiopian Tribe Where A Lip Plate Makes You More Attractive”. The Guardian, Jan 11
Bays, Daniel H. (2005) “The Foreign Missionary Movement in the 19th and early 20th Centuries”. National Humanities Service
Cosoy, Natalio (2016) “El silencioso problema de la mutilación genital femenina en Colombia”. Semana, Ago 14
Lan Cassel, Susie (2007) “Footbinding and First-World Feminism in Chinese American Literature”. Journal of Asian American Studies, Volume 10, Number 1, February pp. 31-58
LaTosky, Shauna (2006) “Reflections on the lip-plates of Mursi women”. En Strecker, Ivo & Jean Lydall. The Perils of Face: Essays on Cultural Contact, Respect and Self‐Esteem in Southern Ethiopia. Berlin: Lit Verlag.
Cosoy, Natalio (2016) “El silencioso problema de la mutilación genital femenina en Colombia”. Semana, Ago 14
Lan Cassel, Susie (2007) “Footbinding and First-World Feminism in Chinese American Literature”. Journal of Asian American Studies, Volume 10, Number 1, February pp. 31-58
LaTosky, Shauna (2006) “Reflections on the lip-plates of Mursi women”. En Strecker, Ivo & Jean Lydall. The Perils of Face: Essays on Cultural Contact, Respect and Self‐Esteem in Southern Ethiopia. Berlin: Lit Verlag.