Publicado en El Espectador, Junio 28 de 2018
Darwin, Charles (1879/2004). The descent of man. Penguin Classics
López Giraldo, Isabel (2018). "La lengua española es mi verdadera patria". Entrevista a Daniel Samper Pizano. El Espectador, Junio
Pinker, Steven (2011). The Better Angels of Our Nature. A History of Violence and Humanity. Penguin Books
Rubio, Mauricio (2011). Viejos Verdes y Ramas Peladas. Una Mirada Global a la Prostitución. Bogotá: Universidad Externado de Colombia
El mejor
amigo de Ana, mi hija de trece años, es gay. Hace poco ella me preguntó a quemarropa si yo habría aceptado que
Daniel, su hermano, fuera homosexual.
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Por supuesto
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¿Lo querrías igual?
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Clarísimo
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Pero, ¿prefieres que no sea gay?
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También claro, adivina por qué
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Porque no tendrías nietos por ese lado
Le aclaré
que por eso mismo me importaría menos que ella, o María, la hermana mayor,
fueran lesbianas. Podrían tener hijos, y yo nietos, sin hacer maromas, ni
afectar seriamente la vida de una madre subrogada.
No es la
primera vez que Ana, aún no contaminada por el pensamiento correcto, sale con
una respuesta totalmente espontánea en la que destaca la importancia de
reproducirse. Con cinco años, un día me preguntó intrigada por las pandillas de
Belice que yo estaba estudiando entonces. Le expiqué que las chicas emigraban
hacia los EEUU, a los chicos no los recibían allá, se quedaban solos en su
barrio, y cuando los jóvenes en grupo no encuentran novia se ponen inquietos y
hasta peligrosos. Sin yo haber mencionado matrimonio y mucho menos
reproducción, inmediadamente anotó: “sí, es que cuando uno quiere tener hijos y
no encuentra con quién… eso es muy aburrido”.
La intuición
de Ana tiene raíces profundas, aunque ese instinto básico haya sido declarado
hace tiempo construcción cultural y ahora, algo estigmatizado, se considere una
mala decisión ambiental. En todas las especies se conocen estrategias
evolutivas basadas en la selección por parentesco (kin selection), también llamada altruísmo nepotista. Los vínculos
de reciprocidad tribales o familiares fueron reconocidos desde la formulación
inicial de la teoría de la evolución como elemento clave de la lucha por la
supervivencia. “Cuando dos tribus empiezan a competir, si una de ellas tiene
mayor número de miembros valerosos, compasivos y fieles, siempre dispuestos a protegerse
mutuamente del peligro, a ayudarse y a defenderse, esta tribu triunfará y
conquistará a la otra” anotó Darwin.
Hace medio
siglo, la ‘regla de Hamilton’ en biología postuló que el altruísmo familiar
depende invariablemente de la cercanía genética, y se observa desde las
hormigas hasta los seres humanos. El biólogo W.D. Hamilton extendió el concepto
de adaptabilidad evolutiva (fitness)
para sumarle los efectos sobre familiares cercanos. “La selección por
parentesco explica el patrón universal de favorecer parientes. En los seres
humanos, diferentes creencias y costumbres determinan los patrones, pero el
resultado es siempre el mismo: es preferible un pariente a un no pariente”, o a
ningún pariente. No se han identificado factores congénitos que expliquen esta
tendencia, pero biólogos y antropólogos concuerdan en que todas las especies,
incluyendo los seres humanos, actúan como si se tratara de algo instintivo. Algunas
ardillas distinguen hermanos de medio hermanos y de no relacionados. El
parentesco es un excelente predictor de que un murciélago comparta su comida.
Una razón para que, a diferencia de otros primates, los chimpancés hagan
incursiones cooperativas para atacar es que las hembras, no los machos, emigran
del grupo mientras ellos están emparentados. Los humanos criminales o corruptos
actúan en clan familiar.
La madre
decide, en muchas especies, con quien se asociarán sus infantes. Es ella la que
define, a través de su comportamiento, “qué otros individuos serán considerados
por sus crías en desarrollo como congéneres familiares y por lo tanto identificados
y tratados como parientes”.
Volviendo a
Ana, la racionalización de mis preferencias instintivas con Daniel no requería
a Darwin: bastaban unos datos demográficos. Mis chances de ser abuelo son del
87%, pero si él fuera gay se reducirían al 34%, una cifra a la baja por las
salidas de armario cada vez más tempranas. Como intuí aquella vez, la probabilidad
de descendencia por mis hijas es mayor: 95% y, de ser lesbianas, 77%. A mi
alrededor observo que ser abuelo es un verdadero goce, y que la saciedad no es
obvia: cualquier adición es bienvenida, horizontal o vertical. “Ya estoy para ‘bisabueliar’,
necesito ser bisabuelo” anota garoso Daniel Samper Pizano.
Con toda la
razón, el activismo LGBT busca que respetemos la orientación sexual de
cualquier persona, pero se pasa al pretender que seamos indiferentes ante la
diversidad en la familia, que la celebremos. Yo definitivamente prefiero tener
prole; por la regla de Hamilton no me entusiasma la adopción, homosexual o no,
y rechazo los vientres de alquiler por el daño que causan.
¿Será
imposible aceptar que la angustia de muchas familias al enterarse de que su
hijo es gay no tiene que ver con el odio, no es una guerra, sino tal vez la
insatisfacción visceral con eso que en China llaman la “rama pelada” que no
contribuye al árbol genealógico?
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Facultad de Economía, Externado de Colombia
Darwin, Charles (1879/2004). The descent of man. Penguin Classics
López Giraldo, Isabel (2018). "La lengua española es mi verdadera patria". Entrevista a Daniel Samper Pizano. El Espectador, Junio
Hrdy, Sarah (1999). Mother Nature. Natural selection & the female of the species. London: Chatto & Windus
Pinker, Steven (2011). The Better Angels of Our Nature. A History of Violence and Humanity. Penguin Books
Rubio, Mauricio (2011). Viejos Verdes y Ramas Peladas. Una Mirada Global a la Prostitución. Bogotá: Universidad Externado de Colombia