Feminismo desconectado, surrealista

Publicado en El Espectador, Agosto 29 de 2019


Hace años, en Colombia hubo debate público entre feministas y mujeres que no lo eran. Eso se acabó.

Para el Día de la Mujer 1982, una madre proclamaba en El Tiempo que "el hogar debe ser el objetivo vital, sacar los hijos adelante y darles bases para que sean profesionales honestos". La feminista criticaba al activismo por centrarse en la liberación sexual.

Poco antes, yo había conocido un grupo impresionante de demógrafas, antropólogas, sociólogas, economistas, sexólogas y ginecólogas. Trabajé con algunas. Elaboraron un diagnóstico exhaustivo de la situación de las colombianas y promovieron reformas. Eran feministas sin carné, tal vez porque la militancia era izquierda revolucionaria que buscaba derrocar al sistema. Varias de ellas aún llevaban un “de” y el apellido del esposo.

El debate se convirtió luego en un monólogo que denominé flominismo pues Florence Thomas era la voz cantante que nadie rebatía. Me sorprendía su influencia mediática sin que ninguna feminista la corrigiera ni moderara. Calló, incluso contradijo, los aportes de las profesionales que la antecedieron. Sus doctrinas universales le impedían calibrar un machismo con monumentales diferencias regionales que ya estaban minuciosamente analizadas por Virginia Gutiérrez de Pineda y siguen ignoradas. El despropósito que más le critiqué fue celebrar una infidelidad masculina sin importarle el sufrimiento de la esposa afectada. La jurisprudencia asimilaría luego los cuernos a una forma de violencia doméstica.

Posteriormente el feminismo importó dos debates del mundo desarrollado: teoría de género y derecho al aborto, con cifras infladas, prácticas caseras silenciadas y riesgos desactualizados. La importancia de la religión para muchas colombianas hace que en restrospectiva esa estrategia parezca diseñada para ahuyentar seguidoras. La euforia idealista por la paz tornó la militancia aún más distante, excluyente, hasta sexista. “Ningún hombre puede ser feminista”. Si acaso, solidario para “aprender y deconstruirse”, como el gurú del género Humano y su Hollman.

El triunfo de Duque trajo repudio a Marta Lucía Ramírez, primera vicepresidenta colombiana. Ya no bastaba ser mujer, ni siquiera con estudios de posgrado. En un país con mayorías de centro derecha pretenden proscribir el feminismo pragmático, liberal o científico: izquierda radical o nada. Una afectada anotó que “feministas de todo el país le escribieron que ella no las representaba. La tildaban de homofóbica, provida, sanguinaria, machista e ignorante”. Así reaccionan quienes dicen luchar contra la exclusión y el maltrato verbal.

Rosa Blanca es la prueba reina del surrealismo feminista. Alusiones #MeToo a miradas lascivas adolescentes preocuparon más que denuncias de reclutamiento de niñas, comandantes violadores y abortos forzados. El cinismo es tal que reconocidas feministas apoyan a una mujer señalada por las víctimas de complicidad en esos crímenes. Con tanta población femenina férreamente opuesta a las Farc, es otra apuesta política soberbia, alucinante. Que el rasgo definitorio es ideológico de izquierda lo corrobora la reciente revelación del abuso infantil sufrido por Vicky Dávila: causó muchísima menos indignación que el “derecho al silencio” que tendió un manto de duda sobre Uribe.

La visión feminista del trabajo sexual es hipócrita y delirante para la realidad colombiana. Creyéndose en Suecia, activistas tildan de proxenetas a funcionarias de Bogotá, ciudad lider en la defensa de los derechos de mujeres silenciadas e infantilizadas por la militancia. No solo desconocen el oficio, impiden diagnosticarlo. La última Encuesta de Demografía y Salud sólo indaga por la trata de mujeres; información sobre prostitución voluntaria, indispensable para prevenir la vinculación de adolescentes, fue saboteada por especialistas jugando al avestruz.

Hay oasis de sensatez. Asociaciones de base, ONGs y servidoras públicas trabajan sin desvariar. Académicas serias mantienen la rigurosa tradición iniciada décadas atrás. Jineth Bedoya, víctima real, apoya a la Rosa Blanca. Margarita Rosa de Francisco derrocha buena prosa y sentido común: no la espanta la biología. Carolina Sanín se detiene a explicar que “la variación del ánimo de las mujeres durante la menstruación” no es un mito machista.

El activismo etiqueta de misógina cualquier crítica. Haber tolerado disparates ha llevado a que con tal de victimizar mujeres se pueda decir cualquier cosa. Una crónica sobre la “palenquera que encanta por sus dulces y curvas” causa estupor en una doctora que invoca medidas para “acabar con la hiper-sexualización”. La militancia tecnocrática ventila resutados estadísticos internacionales y cualquier comentario sobre relevancia para Colombia lo encasilla como mansplaining. Una novelista deplora que "las escritoras deben remar más, especialmente si no son feas". La belleza fue convertida en lastre para Barbies, vendedoras ambulantes e intelectuales bajo un capitalismo interesado en que “las mujeres seamos inseguras porque muchos se hacen millonarios vendiéndonos cremas”. ¿Cómo asimilar tanta sabiduría para emprender reformas?


La desconexión es típica de izquierda: desdeño selectivo de evidencia, agenda importada sin adaptación local ni diferencias regionales, desdén por los avances parciales, quejas de oficio, dramatismo y ningún sentido del humor. Las antepasadas que aguantaron patriarcado crudo, no micromachismos, no padecían esas taras.



Hilo en Twitter


De La Hoz Serrano, Jorge (2019). “La 'negra palenquera' que encanta por sus dulces y curvas”. El TiempoAbr 20

Dubuisson, Marc et Pauline Perrolet  (2010). Le sexe fort est en péril. Hachette

Guerrero Duque, Nathalia (2018). “Marta Lucía Ramírez de vicepresidenta es una derrota para el feminismo colombiano”. Vice, Jun 20

Herranz, Carmen (2019). “Las escritoras deben remar más, especialmente si no son feas". El EspectadorJul 17


LSV (2016). "Ningún hombre puede ser feminista, pero sí solidario” Florence Thomas - La Silla Llena, Jul 1

Orozco, Tascón Cecilia (2011). "La política es el espacio más machista que hay" – Entrevista a Florence Thomas, El EspectadorMarzo 5

Rubio, Mauricio, (2011). "Feminismo versus flominismo". Blog Personal, Junio 3


__________________ (2011). "La Oda a la Infidelidad de Florence Thomas". Blog Personal, Oct 9

_________________ (2011). "Geografía del machismo colombiano". La Silla VacíaDic 4


_________________ (2016). "Otra mujer no feminista". El Espectador, Ago 3

Ruiz-Navarro, Catalina (2016). "¿Pueden los hombres ser feministas?" El EspectadorJul 6

_____________ (2019). “Amigotes machiprogres”. El EspectadorAgo 15

Sánchez, López Sandra y Angélica Bernal Olarte (2019). “Las mujeres en las presidenciales: ¿vamos avanzando?”. Razón PúblicaJun 18

Prepagos en Tinder

Publicado en El Espectador, Agosto 22 de 2019


La popular aplicación para citas entre desconocidos podría servir para iniciarse en el sexo pago.

“Trabajadoras sexuales piden bloquear Tinder”, tituló Actualidad Panamericana en 2015. La posibilidad de matches virtuales perjudicó a las mujeres que atienden la demanda sexual en estratos altos. “Ahora cuando a un man le entra la arrechera, solo prende el aparatejo este y va levantando de una polvo. Ese es un cliente que perdemos” explicaba una de ellas, molesta con la tecnología.

No fue por casualidad que encontré ese artículo tan premonitorio. Apareció cuando googleé “Tinder prostitution” después de presenciar una peculiar escena en el parque Mont Juic en Barcelona. Al subir buscando un sitio calmado y con buena vista para leer crucé una adolescente elegantemente vestida, con unos incomodísimos zapatos plateados de tacón puntilla: 15 cm que superaban  con creces el máximo recomendado. Aunque en España al madrugar por el periódico es más común encontrarse gente trasnochada que trotando, era demasiado tarde para ser el final de una noche de rumba. Además, lucía recién maquillada y peinada.

Al rato la enigmática joven pasó frente a mí acompañada por otra mujer con una cámara Nikon envidiable. Hablaban alguna lengua eslava e iniciaron una glamurosa sesión de modelaje y fotografía. Era domingo, no había equipo de luces, y por ende aquellas sensuales tomas no eran profesionales. Después, en un paraje escondido, alcancé a ver que la modelo, dándome la espalda, se bajaba la blusa descubriendo los hombros y tal vez parte de los senos mientras su compañera la retrataba de frente. Entendí que la sesión no era para revistas de moda en Croacia o Bulgaria. Pensé que esa jovencita de pronto se anunciaría como escort ofreciendo GFE, “Girl Friend Experience”: noviazgo simulado por dinero. Me pareció improbable que fuera a utilizar alguno de los anuncios personales en los que con el infaltable “18 añitos” posan, ligeras de ropas y con tacón puntilla, prostitutas mayores. Fue ahí que pensé en Tinder como discreta, progresiva y poco comprometedora puerta de entrada al sexo comercial.

Google confirmó mis sospechas más allá de la clarividencia panamericana. “Tinder: más que una aplicación para citas se ha vuelto un catálogo de prepagos” titula Q’Pasa sin datos ni testimonios. Un periódico inglés le preguntó a varias prostitutas “por qué estaban todas en Tinder”. Sarah les respondió que por la misma razón que otras mujeres de su edad: para averiguar cuántos hombres hay cerca y contactarlos de manera fácil y segura. A diferencia de muchas usuarias, a Sarah no le interesa conocer solteros porque busque novio, ni siquiera para tener una aventura. Su negocio se ha duplicado con Tinder. Empezó a usarlo cuando una amiga, también escort, le dijo con desparpajo, “¿dónde más tienes a tu disposición una base de datos con todos los hombres dispuestos a tirar ya mismo en tu zona?”

Los trucos que usan las profesionales para distinguirse de las demás mujeres, un problema milenario, son simples. También permiten evadir eventuales restricciones de los administradores de Tinder. Ha sido usual una seña arbitraria que rápidamente se generaliza. En Londres proponen “80 rosas por la mejor noche de tu vida”. Antes del Brexit, la tasa de cambio libra esterlina/rosa era uno a uno.  Para otra acompañante, la gran ventaja de la app es librarse del acoso policial que no cesa ni siquiera cuando la actividad está legalizada.

El atractivo de Tinder para hombres que demandan sexo sin compromiso, algo menos común entre mujeres, es obvio: directo al grano, sin antesalas ni rodeos. Lilly, que también se conecta para trabajar, lo sabe. “Los hombres siempre pagarán por sexo. Todos los que he conocido por Tinder buscan eso, no es salir lo que les interesa”. La enorme brecha por género en las expectativas sexuales produce chats tan insólitos como ilustrativos:

-       Usted quiere cosas gratis. Tiene que pagar
-       ¡Ahh! ¿es usted prostituta?
-       No, no lo soy. Pero si vamos a tener algo sin afecto, quiero dinero, prefiero ser directa

Esa misma consideración puede ser más elaborada. Una periodista gringa, aburrida al constatar que muchos hombres usan Tinder como fuente de sexo gratuito, sin  dinero ni cariño, se pregunta cuánto deberían cobrar las mujeres para recuperar lo invertido en el servicio, además de los inconvenientes de esa variante high-tech del acoso. Su conclusión es decepcionantemente neoliberal: “el mercado debería fijar ese valor”.

Fuera de Actualidad Panamericana, en Colombia nadie sabe nada sobre este uso de Tinder. Sorprende el desinterés por lo que parece ser economía naranja: emprendimiento en servicios intensivo en tecnología. A pesar de ganar millonadas, los dueños de la app no explotan laboralmente a nadie pues el feminismo surrealista ya decretó que cobrar por sexo no es trabajo. Eso sí, exigirá que detengan por trata a las fotógrafas de adolescentes en los parques.






AP (2015). "Trabajadoras sexuales piden bloquear Tinder". Actualidad Panamericana, Ago 1

Cullinane, Sophie (2014) “Meet The Tinder Prostitutes”. GraziaAug 27

Gardner, Lucy and Danni Levy (2014). “Hot girl on Tinder might be a hooker”. The SunNov 7

Margs, Andy  (2018). “Tinder: Mas que una aplicación para citas se ha vuelto en un catalogo de prepagos”. Q’PasaMarzo 24


Sánchez, Lorena (2014). "Una ecuación para saber cuántos centímetros de tacón puedes aguantar". QuoJul 24

Silver, Shani (2018). “Women Of Tinder: What Should We Charge For Sex?” medium.com, Oct 21

Sirgalt (2018) “Not a prostitute - just wants money for sex”. Reddit



Rappi contratos no laborales


Publicado en El Espectador, Agosto 15 de 2019


Un arcaísmo de izquierda es la distinción marxista entre asalariados y capitalistas, que al confundir servicios con industria obstaculiza el empleo.

Después de 30 años de trabajar para Apple, Jonathan Ive, diseñador conocido como iGod por sus creaciones -iPod, iMac, iPhone, iPad- renunció para manejar su propio negocio, que tendrá como cliente al antiguo empleador. El fundamentalismo laborista estará pendiente de que la empresa le pague vacaciones, primas y horas extras.

Daniel Coronell, columnista dizque empleado de Semana, fue destituído por supuesta censura patronal. Retomó su tribuna gracias a un acuerdo cuyos términos jamás se sabrán pero que seguramente no salieron del código laboral. Como iGod, el esquema pactado por la multinacional periodística de Coronell con la publicación será una relación mercantil de servicios.

Rappi opera con contratos mucho más precarios, pero también voluntarios. Trata a los tenderos como “emprendedores independientes” aunque algunos de ellos muestren ex post marcado apego al esquema laboral con prestaciones: de haberlo exigido previamente no harían parte del servicio. Protestan y hacen plantones aupados por una élite progre que desde la barrera no arriesga nada. En redes sociales se dijo, difícil comprobarlo, que la app había bloqueado a los huelguistas y que la “hijueputez” capitalista del servicio a domicilio era equiparable a la de Transmilenio que no construyó baños para empleados en algunas estaciones.

La solidaridad con rappitenderos insatisfechos recuerda la que despertó la huelga de pilotos de Avianca, antítesis del trabajador explotado, que se extinguió antes de discutir cómo acabaron quienes sí estaban protegidos por un contrato laboral en una empresa con reglamento de trabajo, escalafón y sindicato. Tampoco ha habido alboroto por docentes de planta en universidades privadas, con contratos laborales a término, renovables anualmente. Es fácil imaginar la eventual reacción de esos centros de reflexión y diálogo cuando enfrenten manifestaciones públicas por bajos salarios o excesiva carga académica. El anticapitalismo no cuestiona los arreglos a destajo en tanques de pensamiento o medios de comunicación de vanguardia.

El asunto Rappi sorprende en una sociedad donde un altísimo porcentaje de la fuerza laboral es informal, sin salario mínimo, ni prestaciones, ni seguridad social. Thierry Ways asimila el arreglo a un intermediario que cobra por hacer mandados y trata de elucidar las razones para el rechazo. Plantea dos hipótesis: aversión a la eficiencia por economías de escala y tecnología o, simple y llanamente, tirria con el lucro ajeno por pura envidia. Este obstáculo al desarrollo tan pertinente como poco debatido, tal vez heredado de España, me intriga hace un tiempo y merece reflexión aparte.

Por ahora, aventuro conjeturas sobre otro legado hispano útil para desmenuzar el rappidrama. Los latinos padecemos la manía de entrometernos en asuntos ajenos para dar instrucciones. Llevamos en el corazón un cura, un burócrata y una maestra de escuela que sermonean sobre lo que debe hacerse y amonestan infractores o pecadores. Ese triunvirato mangoneador quisiera por sus consejos salario fijo con arandelas hasta pensionarse. Al llegar al anhelado empleo público manda hacia abajo y adula hacia arriba para conservarlo. Para trámites, “entre más ínfimo el cargo, más plenipotenciario el ocupante”.

En los debates, las tajantes indicaciones muestran la añoranza de un puesto con poder para construír la sociedad soñada. Por la justicia social, palo a las empresas e ilusiones con resentimiento al proletariado oprimido. No existen preocupaciones pedestres como producción y empleo: la consigna es igualdad o morir pobres. Por algo se admira más a Cuba que a la China.

Además de la academia que educa nuevas generaciones, ciertas profesiones exacerban el gusto por la política de escritorio que tanto impulsaron los foros virtuales y las redes sociales: filosofía, derecho, sociología e incluso economía que, poco empresarial, machaca directrices para alcanzar al equilibrio general.   

El ejemplo más ilustrativo que recuerdo del “yo sí entiendo lo que le conviene a otros” fue un profesor universitario francés férreamente opuesto a que se levantara la prohibición de abrir comercios los domingos, atavismo religioso que impide redondear ingresos con empleos parciales. Cuando el entrevistador le recordó que él, docente investigador, trabaja los días festivos, por ejemplo leyendo, sentenció tranquilo: “la gente con malos salarios no toma buenas decisiones”. Es la misma actiutud clasista y condescendiente de tener lástima por los rappitenderos pero no por Coronell, que sí pudo negociar un contrato no laboral satisfactorio.


Cualquier propuesta sobre Rappi, como aportes voluntarios para prestaciones, será vetada por las barras bravas, que hasta piden cobrar “externalidades sobre movilidad y seguridad vial”. Habrá escándalo porque la clientela recompense diferencialmente según la calidad del servicio. Esa flagrante discriminación agravará la desigualdad. Vendrán otros reparos: ¿por qué tan pocas rappitenderas? ¿acoso de clientes y compañeros con masculinidad de explotador capitalista misógino? Aspirantes a ejercer sus dotes de supervisión y mando en la burocracia Humana tienen otro motivo para manufacturar un desastre: achacárselo a Duque.




Bradshaw, Tim (2019). "Jony Ive, iPhone designer, announces Apple departure". Financial TimesJune 27

Dinero (2018). “Grupo de 'rappitenderos' protesta frente a sede de Rappi en Bogotá”. Oct 19

Patiño, Linda (2019). “Tras quema de maletas, ¿por qué se quejan los Rappitenderos?”. El TiempoJul 5

Pozzi, Sandro (2019). "El diseñador del iPhone deja Apple". El PaísJunio 29

Standing, Guy (2019). "Es urgente una nueva agenda de izquierdas". El País, Junio 30

Ways, Thierry (2019). “Aventones y mandados”. El TiempoJul 24

China incomprendida

Publicado en El Espectador, Agosto 8 de 2019


El gran descache de la élite intelectual, económica y politica en el siglo XX tiene nombre de bolero, o bambuco bogotano.

Nadie entendió lo que pasaba en China. Todavía incomoda analizar su extraordinario desarrollo. Aunque negocios y ayudas en yuanes siempre son bienvenidos, no se sabe si criticar un partido único atornillado al poder o pedirle consejos.

El enredo alcanzó el debate laissez faire versus intervencionismo. En 2017, durante la reunión de ricos en Davos, Xi Jinping, presidente chino, defendió el libre comercio mundial contra el proteccionismo de Trump. Tras décadas de propaganda norteamericana para liberar flujos internacionales de bienes y capitales, el liderazgo recae ahora en un Estado monolítico y represivo. Parece Alicia en el País de las Maravillas. El mundo patas arriba lo confirma el primer ministro inglés aliado de Trump contra Europa, el libre comercio y la economía de mercado. Adam Smith se retuerce en su tumba.

Dos acontecimientos históricos, un estudiante desafiando tanques de guerra en Tiananmen y la caída del muro de Berlín, ocurrieron en 1989. Tal vez eso llevó a la falsa expectativa que la democratización del gigante asiático era inevitable. “China sorprendió por ser mucho más resistente al cambio político de lo que se pensó”, anota Gideon Rachman, gurú del Financial Times que hace una década predijo una potencia capaz de enfrentarse al Tío Sam. En estos días, después de  advertirle a Washington que no negociará bajo presión Pekín disparó el dólar hundiendo el yuan.

Muy pocos previeron la magnitud del coloso. En 1902 el historiador británico John Hobson anotó que cuando China resurgiera “voltearía las mesas”; aún dependiente del capital y la ciencia occidentales, podría “restablecer su independencia económica encontrando sus propios recursos”. En 1973 Alain Peyreffitte vaticinó que “cuando la China despierte, el mundo temblará”. Ni siquiera esas profecías aisladas calibraron las dimensiones del cambio, nunca vistas en la historia de la humanidad. A finales de los setenta la participación China en el comercio mundial apenas llegaba al 1%. Hoy se acerca al 30%. Un salto similar dio un mercado mundial especializado en clientela rica, el de arte. Como celebrando el aniversario de Apolo 11 en la luna, la aeronave espacial Tiangong-2 regresó a la tierra. Mientras las principales urbes del mundo enfrentan un agudo déficit de vivienda, en las ciudades chinas 22% del parque inmobiliario, suficiente para 50 millones de hogares, permanece vacío. Un profesor que nadie empleaba fundó y dirige Alibaba, que compite con Amazon. Otro chino de 36 años, creador de TikTok, la app viral para compartir videos cortos, está entre los 10 hombres más ricos del planeta. Y así, cascada permanente de sorpresas.

En retrospectiva, los chinos predijeron mejor las tendencias del comercio mundial que el resto del mundo, una vergüenza para economistas neoclásicos obsesionados con el Estado mínimo. Nadie imaginó que un factor crucial de poder serían las multinacionales que localizaron parte de sus cadenas de producción en China. Hoy, la mayor parte del comercio internacional “es un movimiento de productos a medio producir que hacen internamente las empresas”. Un iPhone se produce en nueve economías diferentes. Nada que ver con la antigua estructura fabril con componentes y producto final hechos en un mismo sitio. Con flujos de insumos intermedios, el manejo de tarifas arancelarias para asimilar tecnología cambió por completo. Los principales aliados de Xi Jinping en Davos pidiendo reducción de aranceles eran ejecutivos de multinacionales.

El tradicional esquema de dueños particulares del capital que evaden un alcabalero se voltea cuando las políticas laborales, financieras o comerciales faclitan alguna etapa de sus procesos productivos. El Estado se vuelve socio del capitalista, un arreglo que las disciplinas surgidas a raíz de la revolución industrial europea estaban mal preparadas para digerir.


Más alianzas entre entes privados y públicos en lugar de confrontaciones son la principal lección que la administración Duque y la oposición o resistencia deberían sacar de la visita oficial al nuevo epicentro del poder económico global. Por fortuna en la delegación con empresarios no se colaron intelectuales exmamertos, ahora personajes políticos o formadores de opinión, tan divididos y peleones que serían capaces de revivir sus viejas rencillas entre la linea Mao y la ortodoxia soviética. Algo así de caduco surgió en redes sociales: indignación o burlas porque Duque le rindió homenaje a la revolución. Las pasiones decimonónicas, como aquellas a favor o en contra del mercado, o de Uribe, son un lastre monumental para el desarrollo. Las recetas ideológicas caducaron, el mesianismo trascendental y parlanchín estorba. Se impuso el pragmatismo sin retórica: trabajar, administrar, aceptar errores, corregirlos y avanzar dentro del marco legal. Mientras buscábamos nuestro mito fundacional, añorábamos a Bolívar, Núñez o Gaitán y discutíamos acaloradamente si fue primero el huevo o la gallina, sin saber a qué horas, ni cómo, calladita, la China se creció.






Bohórquez Aya, Edwin (2019). “Es mejor cooperar que poner sanciones”. Entrevista a Zeng Li, de Huawei Colombia. El EspectadorJul 10

De Miguel, Rafa (2019). "EEUU ve a China como un rival de su mismo nivel" Entrevista a Gideon Rachman. El PaísJul 7

Doncel, Luis y Sandro Pozzi (2019). “China desafía a Trump, hunde el yuan y dispara el temor a una guerra de divisas”. El PaísAgo 6 

EFE (2019).”Duque considera su visita a China trascendental para aumentar las exportaciones”. eldiario.esJul 31

EFE (2019)."China avisa de represalias si EE UU sube los aranceles". El País, Ago 3

Fukuyama, Francis (1992). The End of History and the Last Man. The Free Press. PDF

González, Alicia (2019). “China busca estrechar lazos con la UE a través de su banco global”. El País, Jul 12

Luce, Edward (2017). The Retreat of Western Liberalism. New York, Atlantic Monthly Press

Merelli, Annalisa (2019) “How China took the emerging art market by storm”. Quartz

Pinkstone, Joe (2019) “China's space station will plummet back down to Earth”. Mailonline, July 19

SCMP (2018). “A fifth of China’s urban housing supply lies empty, equivalent to 50 million homes”.  South China Morning Post, Nov 9


Vidal Liy, Macarena (2019). "El visionario que apostó por el vide". El País, Ideas, Agosto 4

Yan, Sophia (2019). “Alibaba founder Jack Ma says staff should have sex six times in six days”. The TelegrahMay 14